Cambio climático y otras milongas

LA PERTINAZ sequía que padecemos este año, y que responde a pautas bien conocidas en épocas pretéritas, está siendo atribuida con insistencia al cambio climático, aun cuando estén perfectamente documentados los ciclos anteriores que muestran a las claras que todo está siendo perfectamente normal. Pero no se detiene ahí la insistencia de los sedicentes ecologistas y de sus secuaces políticos. Ya se sabe que el clima está afectado por grandes ciclos, los mismos que dieron lugar a las conocidas glaciaciones, pero en modo alguno es real ese cambio súbito que algunos charlatanes quieren colarnos de rondón para apoyar sus políticas claramente fundamentalistas. Ya está bien, pues, de llamar cambio climático a la voluble espontaneidad de la naturaleza.