¿Será que todo vale?

Reza el anuncio de cad a vagó n, lo anuncia la voz aterciopelad a de l a locutora que nos da la bienvenida, nos desea un buen viaje y nos informa del servicio de cafetería (barra de dos metros de larga y tres banquetas). Soy asídua usuaria del talgo León-Pamplona I/V, clase preferente o turista, indistintamente, según mi equipaje (preferente hay un pequeño estante para la maleta). Pués bien, no consigo salir a la hora, he sufrido retrasos de tres horas, dos, una, media. Menos ya no lo considero. Las justificaciones: averías, retrasos, días señalados, etcétera. La llegada cuyos retrasos no pasan de 55 minutos, ya se advierte que esos retrasos se recuperan, y bien así es, pero las velocidades que alcanza en algunos tramos es de vértigo, no te pille de camino al váter o cafetería. Quien viaje en él no le extrañará la causa del accidente de Villada. Para quienes dependemos de otros medios, hasta llegar a nuestros pueblos, esos retrasos suponen llegar a casa a las 8.30, desde las 12.20 hora de salida del tren. El talgo, en su día un tren líder, es estrecho para recorridos largos como es éste, no hay espacio para equipajes, salvo el colgante y así el pasillo con maletas de ciertas dimensiones obstaculizan el paso. He oído al personal de Renfe quejarse del exceso de equipaje de algún viajero, como si ir de La Coruña a Barcelona para pasar una semana o bien el estudiante con una bolsa le fuese suficiente. Señora ministra, señores políticos, e implicados y directivos de Renfe grandes líneas, viajen en este talgo y luego busquen culpables y pongan remedio. Por cierto, el precio si está actualizado, y revisado al día. María Teresa Pérez Puente (Barañain, Navarra). No podemos igualar los graffitis y las pintadas, que no son, al menos la mayoría, de buen gusto, cualquier frase tonta en cualquier pared no es un graffiti. Un graffiti es una forma más de expresión cultural. Dejémosle espacios para los que dan otro color y expresión a la ciudad. Carlos (En diariodeleon.es)