AL TRASLUZ
El retorno del héroe
QUIZÁ SEA EL ACTOR que hoy mejor representa nuestra nostalgia de lo heroico, un anhelo que jamás podrán satisfacer Stallone o Schawarznegger. Las facciones de Viggo Mortersen sí expresan esa sutil tristeza de quien, como John Wayne en la escena final de Centauros del desierto , queda fuera de un mundo al que ha protegido y del que se sabe excluido. Es la soledad del héroe, más moral que física, expresada con gran sutileza gestual por Mortersen en la última escena de Una historia de violencia . Como dice una vieja canción: «Madres,no dejéis que vuestros hijos crezcan para hacerse cowboys/, pues estarán siempre fuera de casa y se sentirán siempre solos/ incluso con aquellos a quienes aman». La presencia cinematográfica de Viggo es de fuerza y fragilidad, luz y sombra. El héroe que regresa con menos convicciones de con las que marchó, pero que volverá al camino cuando haya una causa que defender, pese a las heridas visibles y de las otras. No he visto Alatriste , pero deseo que sea muy buena, tanto como la primera suya que vi, Extraño vínculo de sangre , dirigida por Sean Penn, en 1991, con un guión inspirado en una balada de Sprignsteen, y también con un final bello y épico: El scheriff Roberts dejando escapar por la frontera a su hermano Frank, con sentimientos de culpa y redención, mientras que las imágenes de los hombres en que ambos se han convertido se funden con la de los niños que un día fueron.. En los ochenta y en los noventa, el cine estadounidense dejó de lado al héroe mito por el vengador musculoso. Pero Viggo cabalga de nuevo. Larga vida al héroe. El retorno del rey. El retorno de Mortersen. Llega Alatriste .