¡Qué desilusión!
Esta mañana sentí los tristes balidos de un corzo que cayó herido. Posiblemente cayó en un lazo, no hace mucho cayó uno de mis perros. Busqué el animal herido siguiendo sus lamentos para liberarlo. (Sabiendo el doble riesgo que corría. Cualquiera que me viera me acusaría de poner el lazo y si me ve el que puso el lazo también me complicaría). No conseguí encontrarlo, sus quejidos se fueron apagando a medida que clareaba el día. Ignoro si se apagaron producto de una lenta agonía o del filo de un cuchillo. ¿Asesino? Me sentí triste e impotente. No comprendo un comportamiento tan primitivo como innecesario, como tampoco lo habrá comprendido el pobre animal mientras veía cómo llegaba prematuramente el fin de su existencia. Normas, leyes, sanciones, pechos hinchados llenos de orgullo diciendo: ¡Qué grandes somos! Hemos tomado medidas. Pero de qué sirven todas las medidas si nos falta el más común de los el respeto a la vida. Siento sobre mi conciencia la culpa de una sociedad egoísta y egocéntrica. Me siento mal, triste y culpable aunque no haya sido el autor del delito. Pensé en la tristeza de su agonía, en la tristeza de sus compañeros escuchando impotentes sus desgarradores lamentos. Cuanto más lo pienso más triste me siento y además gilipollas. L. de la Torre (León). No sé si todo el mundo lo sabe pero Terio cumplirá 102 años el próximo día 7 de septiembre, es decir, el jueves que viene. Se llama Neoterio Gonzalez (realmente no me acuerdo ahora del segundo apellido) pero siempre le hemos conocido por Terio. En esa localidad tan pequeñita, Verdiago, celebrará su onomástica rodeado de amor y simpatía. Habrá comida especial. ¿Quién se sentará a su derecha? ¿Quién a su izquierda? Da igual. Vais a estar todos juntos, querido Terio, y eso es importante. Yo no soy familiar tuyo pero me hubiera gustado mucho darte un abrazo en ese día.Tu cabeza está en orden y tu humanidad mucho más. La vista falla un poco pero no te importe. A estas alturas de la vida se ve más con el corazón que con los ojos. Bueno amigo Terio. Muchas felicidades y recibe un abrazo muy fuerte con gran cariño desde Talavera de la Reina. Luis Carlos Segundo Cabrejas (Talavera de la Reina). Javier (En la edición digital diariodeleon.es).