Negociación con la Iglesia

EN LOS ÚLTIMOS años, la paulatina reducción del porcentaje de ciudadanos que rellena la casilla de la Iglesia en su declaración de la renta ha provocado que el Ejecutivo haya tenido que darle un suplemento vía presupuestos de alrededor de 30 millones de euros anuales. Este adelanto, nunca devuelto, ha supuesto un conflicto incluso dentro del PSOE, algunos de cuyos miembros se oponen frontalmente, hasta el punto de que siete diputados, liderados por Álvaro Cuesta, rompieron en 2005 la disciplina de voto para oponerse. En realidad, esta partida dineraria es una pequeña parte de todo el dinero público que gestiona la iglesia -y que incluye inversiones en educación, hospitales, cooperación, instituciones benéficas, etcétera-, pero es lo que se está negociando, ya que el resto no se cuestiona.