Sugerencias

EL FESTIVAL Internacional de Órgano Catedral de León, que llega este año a su vigesimotercera edición, se inició el viernes con la Pulchra a reventar. No cabe duda de que esta manifestación cultural, que se inició en octubre de 1984 con la intención de lograr un órgano para nuestro primer templo, con el paso de los años ha ido cobrando importancia y ya resulta imposible pensar en la actividad cultural de otoño en la capital sin hacer referencia a este festival. Pues bien, en la jornada inaugural de la presente edición no se cabía dentro del templo. Las sillas estaban abarrotadas y también bancos y escalones en los que poder apoyarse para seguir la evoluciones del ensemble Modo Antiquo y la Capilla Peñaflorida, que mostraron su magnífico hacer en cuatro obras de Vivaldi, incluida Dixit Dominus , que era estreno en España. Lo curioso es que hubo algunos pequeños fallos que deben corregirse. Por ejemplo, el programa de mano no era muy completo, se echaba de menos un pequeño currículum de músicos, coro y director. Pero lo que no es de recibo es que utilicen la tinta plateada también para el texto, porque con la luz del interior de la Catedral resultaba imposible leer el folleto. Y si no sirve para lo que es su destino, mejor que se lo ahorren. Tampoco debe aceptarse que no se haya comprobado la megafonía previamente y así Samuel Rubio primero tuvo que esperar para dar su alocución y después hablar sin que la gran mayoría consiguiera entender sus palabra, dado el bajo volumen al que se escuchaban. Finalmente, no estaría de más recordar al respetable que no se puede salir hasta el descanso, por lo que lo mejor es no estarse moviendo entre pieza y pieza. Ahora sólo queda disfrutar.