Descorazonador

EL INFORME de la Fiscalía sobre 2005, recién conocido, aporta datos altamente intranquilizadores que documentan un rebrote de la criminalidad, que ha crecido en ese año un 3,5% hasta situarse en los niveles del 2002 tras romper una tendencia interrumpida a la baja en los últimos años. Particularmente dramático es el cómputo de la violencia doméstica, que creció el pasado año en el 55,3%: las muertes pasaron de 47 en el 2004 a 73. Este aumento se ha producido mientras entraba en vigor la nueva normativa integral contra la violencia de género, que impone sanciones más duras a los transgresores e incrementa la protección de la mujer La paradoja es tan evidente como descorazonadora. Porque, ¿qué más se puede hacer? Estamos ante un problema más cultural que legal y policial.