Palacios, la misma historia

Parece que en algunos países con gobernantes muy responsables de su gestión, siempre les comunican a sus ciudadanos lo que van a hacer, cómo lo van a hacer, cuándo lo van a hacer y porqué lo consideran conveniente hacer, contemplando y mejorando el bien común sin fines partidistas, además también solicitan la colaboración de todos para lograr los fines elegidos. En nuestro país toda esa planificación con la complicidad de los contribuyentes nunca se da si no es con fines electoralistas donde nos informan de sus programas; unas cosas se cumplen, otras a medias y algunas, nunca llegan a realizarse pero jamás nos dan a conocer a los votantes qué acciones correctivas se tomaron en los fallos habidos. La ocultación de datos al pueblo llano o la interpretación partidista de los mismos nunca es de recibo y, como es lógico, empieza a deteriorarse la confianza que se debía de tener en los gobernantes. Esa impresión es nefasta. Siempre estamos sometidos a esa política de campanario y recibimos la información tratándonos como a súbditos y, lo más indignante, como si estuviesen transmitiéndola a ignorantes. José María Aznar siempre decía: España va bien. Ahora no sólo va bien sino que España es el país de las maravillas y, si algo está fallando, todos sabemos quienes pueden ser los culpables: Aznar, Bush, Blair y la guerra de Irak, echamos así las campanas al vuelo, y como en la mayoría de los casos, vendemos la piel de oso antes de matarlo y, barra libre para todos que es lo que le gusta tanto a ZP; posteriormente tenemos que pagarla, pero no preocuparse, como ha dicho la ministra Carmen Calvo en otra ocasión, es gratis, no cuesta nada porque lo pagamos todos. ¡Genial! En Las uvas de la ira escribió John Steinbek, que el hombre es el único animal de la creación que bebe sin tener sed, come sin tener hambre, habla sin tener nada que decir y hace daño sin darse cuenta. Aquí los políticos prometen lo que no pueden cumplir y hasta se creen lo que dicen, aunque actualmente todos sabemos que retórica más foto igual a mediocridad. Todos los días nos bombardean con el crecimiento económico en nuestro país, una de las tasas más altas de la Unión Europea, ahora el 3,7/100. Siempre nos dan este dato generalizado nunca nos informan del aumento «per capita». Donde aumenta la inflación y el déficit de cuenta corriente, donde decae la productividad y no hace más que subir la deuda familiar, la situación es preocupante. Construcción, turismo y consumo doméstico empiezan a tener el encefalograma plano y nadie advierte de las consecuencias. Si los gobernantes no crean políticas que estimulen el ahorro (real y bueno) y los flujos de inversión hacia la economía nacional, en la situación actual no cabe, como en otros tiempos, devaluar la peseta y, por tanto, se empieza a atisbar una situación comprometida que parece no se quiere encarar y, difícilmente podrán corregirlo políticos «pret à porter» como diría Pérez-Reverte. Es evidente que una cosa es ganar las elecciones y otra gobernar. Hemos escuchado en TVE al ministro Caldera disertar ampliamente sobre la inmigración en EE.UU., México... dando cifras estadísticas a diestro y siniestro justificándose de sus errores mayúsculos; si le preguntan cuál es el motivo para que muchos de esos inmigrantes no entren por Italia o Portugal, por ejemplo, no hay respuesta, según él aquí «no hay efecto llamada, hay efecto huida» ¡qué nivel! Y además pretende hacerse superior a las leyes ¡Sin comentario! ¡Ay, dulce y cara España,/ madrastra de tus hijos verdaderos,/ y con piedad extraña/ piadosa madre y huésped de extranjeros! (Lope de Vega). Luis Cosmen de Lama (Villablino). El legado político de Víctor Simón Despedimos el sábado 9 de septiembre a un amigo, compañero y luchador infatigable en el ruedo político, siempre bajo las siglas AP-PP. Forma ya parte de la leyenda política leonesa, especialmente la berciana. Sus inicios fueron duros, con pocos medios pero con mucha ilusión, como sabemos muy bien todos los que venimos de Alianza Popular. Pero gracias a esa tenacidad, fuerza, coraje, valentía, decisión,... que demostraron Víctor y el puñado de personas, hombres y mujeres, que no se dejaron abatir en aquellos duros momentos, cuando sólo teníamos dos alcaldías en El Bierzo. Molinaseca y Villafranca, repito, gracias a todos ellos, sentaron las bases de un partido fuerte, el Partido Popular, que consiguió grandes éxitos y va a seguir cosechándolos. Pero, por desgracia los seres humanos, somos de tendencia olvidadiza y ahora todo ese primer esfuerzo parece muy lejano. No acostumbramos a ser agradecidos. Por toda tu ilusión, aportación, experiencia y lucha sin tregua hasta el final, muchas gracias amigo y compañero incansable Víctor, sabemos que seguirás velando por nosotros. M.ª Teresa Rico González (Villablino). Ludario Álvarez (Palacios del Sil).