Diario de León

TRIBUNA

23 años son suficientes

Publicado por
JOSÉ MANUEL APARICIO
León

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HOJEANDO recortes de prensa con declaraciones de los políticos de los dos grandes partidos nacionales hablando de la reforma estatutaria en Castilla y León y del llamado «problema leonés» veo que García-Prieto, Villalba y compañía, por un lado, quieren dejar claro su compromiso con León y su sensibilidad hacia los leoneses y sus querencias, y por otro lado dejan claro la imposibilidad de hacer realidad la reivindicación de una autonomía leonesa, idea raíz de partidos como la UPL y asociaciones como Plataforma proidentidad leonesa, Colectivo de ciudadanos del Reino de León, Facendera pola llingua, etc., agrupadas en el colectivo Comunidad Leonesa. Estos políticos de los dos grandes partidos nacionales con la boca pequeña dicen que tal vez la gestación de esta macroautonomía no fue la adecuada en su momento, es decir, que tal vez hubiera sido mejor una comunidad autónoma leonesa y otra castellana. Lo que ocurre es que su disciplina de partido les impide actuar según su verdadero sentir de leoneses, lo cual revela su falta de honradez para con los ciudadanos de esta tierra. Evidentemente, muchos leoneses se creen lo que estos políticos dicen y eso es lo que conduce a que el voto leonesista no sea aplastantemente mayoritario en esta provincia. Pero, si leemos la Constitución española comprobamos que esa imposibilidad no existe. La gestación de una comunidad autónoma según el texto constitucional depende de la voluntad política de los representantes del pueblo y, a su vez, esa voluntad política depende de la demanda popular, expresada por todos los medios posibles: en las urnas, en los plenos de los ayuntamientos, en la prensa, en las manifestaciones pro-autonomía, etc. Ahora muchos leoneses piensan que si tiene éxito la reforma del estatuto se nos habrá cerrado toda posibilidad de tener una autonomía leonesa, eso es lo que nos quieren hacer creer, si antes era imposible ahora es impensable. Lo que ocurre es que cada día que pasa los ciudadanos leoneses estamos más convencidos de que esa autonomía leonesa que se nos niega es realmente la última tabla de salvación de una tierra que durante 23 años ha sido expoliada por la oligarquía vallisoletana, cuyo centralismo vemos todos los días reflejado en cualquier gestión o trámite que hagamos; que durante 23 años los dos partidos nacionales que han gobernado en la Junta no han sabido resolver los problemas de la industria y sus «reconversiones» en León ni los problemas del campo leonés; que durante 23 años han dejado que nuestros pueblos se mueran, que nuestros licenciados universitarios, en su mayor parte, tengan que buscar fuera su futuro, y mientras otras tierras de España veían crecer espectacularmente su economía y sus infraestructuras conociendo un dinamismo inédito en sus sociedades gracias a tener autonomías uniprovinciales, cercanas a sus ciudadanos, léase La Rioja o Murcia, por ejemplo, aquí en León nos quedábamos en el furgón de cola, ninguneados y sumergidos dentro de esta estupenda macrocomunidadautónoma de castillaleón. Dicen algunos que parte de la culpa la tienen los propios leoneses, con sus políticos a la cabeza, que no hemos sabido mirar por nosotros mismos como pueblo y hemos sido individualistas para con nuestros paisanos, aunque solidarios para con España en su conjunto. Pues bien, ya es hora de cambiar, ya hemos visto lo que hay con la perspectiva de estos 23 años, hay que quitarse la venda de los ojos y coger al toro por los cuernos. No nos lo van a poner fácil, la inercia del funcionamiento de las cosas es muy poderosa, no bastan cuatro o cinco mil personas manifestándose por Ordoño y la Calle Ancha para que la prensa nacional se haga eco del «problema leonés», no basta con el «tienes razón pero¿», con discusiones de bar y esperar a que los políticos nos resuelvan los problemas, se infravalora lo leonés por doquier, se nos ignora y se nos niega, los problemas de los habitantes de los pueblos no interesan a los políticos porque no son votos suficientes, se manipula la opinión de la gente mayor, se nos intenta comprar con un plato de lentejas, nos venden falsos castillos en el aire para tenernos otra temporada apaciguados, nuestros empresarios y capitalistas se están pensando lo de mudarse a Pucela¿ ¡Ya basta!, ha llegado la hora de la unión, ha llegado la hora de la protesta verdaderamente sonora, ha llegado la hora de demostrar lo que vale un leonés, ya sea berciano, maragato, montañés, cepedano, cabreirés o de Tierra de Cea. La alternativa es la larga agonía como miembros del Tercer Mundo español, a la espera de alatristes que nos vengan a consolar.

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