Semáforos inteligentes

Amigo Carlos, en estos difíciles momentos para los que llegamos a conocerte poco o mucho, aunque ya no podamos darte un apretón de manos o una palmada en la espalda, sí podemos hablar contigo, sí podemos disfrutar del sabor que nos dejó tu persona, del sabor que nos dejó tu personalidad fuerte pero tierna, llena de experiencia, riqueza y bondad. Aún recuerdo el día que en mi despacho te entrevisté para cumplir tu deseo de ser miembro de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil del Ayuntamiento de León y sabes Carlos, me sorprendió gratamente cómo en lucha con tu enfermedad de la que te habías hecho amigo, querías dedicar tu tiempo para ayudar a los demás, me sorprendió el tamaño de tu corazón, tu fuerza y tu valentía. Evidentemente como no podía ser de otra forma, en agosto de 2005 ya eras voluntario de Protección Civil, y me hiciste sentir orgulloso de ocupar el puesto de Coordinador para recibir a personas como tú. Aprendí de ti, Carlos, que una grave enfermedad te puede debilitar en algún aspecto pero en otros enriquecerte, ensanchar tu corazón, y tú eres, Carlos, una persona rica en los aspectos más grandes que toda persona desea. Lo sé, lo sabemos todos los que de alguna forma te conocimos, lo saben muchos leoneses a los que ayudaste de forma altruista y desinteresada en los numerosos servicios que prestaste como voluntario de Protección Civil, en las muchas horas que te dedicaste a algo tan bonito como «ayudar a los demás». Lo saben tus 100 compañeros de la agrupación, lo saben los que te vieron en el último servicio que tu salud te permitió realizar, la noche del pasado día 12 de agosto en los conciertos de la plaza de Santo Martino. Como coordinador de Protección Civil del Excelentísimo Ayuntamiento de León te puedo decir con mi mayor sinceridad, que ha sido un orgullo tenerte un año y medio como miembro voluntario, ha sido un orgullo para los responsables municipales, ha sido un orgullo para tus compañeros, y los leoneses y leonesas nunca olvidarán que una persona tan grande como tú, les haya tendido una mano en tus muchas horas de trabajo voluntario. Ninguno te olvidaremos. Carlos Díez Nieto (Coordinador Protección Civil Ayuntamiento de León). Los hermanos Fernández Natal después del fallecimiento el día 12 del presente mes de nuestra querida madre, quieren hacer público el agradecimiento a la residencia de ancianos Mensajeros de la Paz de La Bañeza, pues en su estancia que duró cerca de seis años, aunque hubo altas y bajas en las atenciones (las normales en seis años) el tiempo que estuvo hospitalizada en cama en el centro (tres meses) tuvo un trato amable y exquisito. Hasta el punto que se puede comparar con el comportamiento recibido en el mejor hospital público por parte de médicos, enfermeros, personal de limpieza y de guardia así como las asombrosas instalaciones. Por todo ello nuestra madre tuvo una muerte tan digna como no podría haber tenido ni en nuestra propia casa. Emigdio Fernández Natal. (La Bañeza) Jose (Suiza).