TRIBUNA
Voto inmigrante, voto comprado
TAL y como va degenerando «esto que denominan democracia» (que no lo es); llegará un momento en que habrá un mercado internacional de votos, tal y como y por ejemplo, lo hay hoy en esa aberración de «comprar o vender», unidades para depositar basuras, contaminar previo precio y pago, etcétera. ¿Pues qué es si no ello lo que pretende el nefasto Zapatero y «su zapatería» con esas prisas por arbitrar una ley para dar el voto a las masas de inmigrantes?... está claro y ahora más, la nefasta ley anterior de «papeles para todos»; puesto que perversamente ya pensaron en que llegado el momento¿ pasarían factura; recordando a tantos cientos de miles de beneficiados el que¿ «Ya puedes votar hermano, pero no olvides que nos debes el voto, puesto que; ¿quién te dio los papeles para que vivas bien en España? O sea, que como ya no tienen suficiente con la infinidad de votos sujetos, con infinidad de subvenciones, mamandurrias y todo tipo de regalías; ya previnieron el que estos recién llegados, tuvieran acceso a las urnas, con lo peligroso que ello es; puesto que llegados a las urnas, empiezan a escalar el poder¿ ¿y cómo lo van a ejercer allí donde puedan?... estemos seguros que con la revancha «humana» que es de suponer; sencillamente por cuanto dirán¿ «vosotros abusasteis de nosotros y ahora nos toca a nosotros»¿ elemental, puesto que a ellos¿ «España les importa un pito»; y vinieron aquí, por pura necesidad de supervivencia, que nunca van a reconocer y menos agradecer en mayoría¿ simplemente recordemos lo ocurrido en Francia e Inglaterra; y en otros muchos lugares, menos «explosivos»; por el momento. El voto, aunque sobre «la marcha», sólo sirve para que gobierne una perversión política; puesto que en democracia, debe gobernar la mayoría, sea del tipo que sea: y los otros a vigilar, fuera «de la teta de los impuestos», para denunciar todo lo denunciable y exigir que las leyes y jueces cumplan sin chanchullo alguno¿ pero el voto, aún así (reitero) es algo muy valioso para darlo a quienes ni tienen idea de lo que interesa al país, región o municipio donde y por casualidad, vinieron a vivir. Por ello y siendo muy condescendientes, el voto no debiera otorgarse a ningún extranjero (tampoco a ningún forastero que viva en municipio de donde no es nativo y aunque sea español de nacimiento)¿ hasta pasados diez años como mínimo, de su asentamiento y empadronamiento en el lugar donde viven. Tampoco debiera votar una persona hasta cierta edad, donde la madurez humana normalmente se adquiere¿ «pero esto sería muy largo de explicar»¿ puesto que está bien eso de un hombre/mujer un voto¿ «pero que lo sean de verdad» y no lo que la realidad nos muestra hoy en muchedumbres, de «más niños que hombres y pendientes de sus juegos que de otra cosa que interese a la comunidad que trabaja para ellos». ¿Y por qué diez o más años de residencia para votar? Pues muy sencillo, por cuanto y en menos tiempo, es muy difícil el que un individuo se haga cargo, entienda, se familiarice, con su tierra de adopción y penetren en su ser; los verdaderos problemas que la misma sufre o padece y las soluciones que precisa¿ «eso hay que mamarlo y esa lactancia dura mucho tiempo y suponiendo el que quien mama, tenga un mínimo de inteligencia o entendimiento natural»¿ No, absolutamente no, «el voto por el voto», es un desastre entregarlo a quienes, ya he dicho¿ «nuestra tierra les importa un pito» y lo que muchos de ellos quieren; es, o situar aquí «un trozo de su tierra y costumbres» o bien reunir aquí el dinero que creen necesitar, para de inmediato volver a sus lares y «hacernos el consiguiente corte de mangas»¿ o sea, lo normal¿ puesto que cada nativo, donde quiere estar en verdad, es en su propia tierra madre, salvo excepciones. Y lo hemos visto en millones de casos, puesto que millones de españoles fueron y volvieron de la inmigración forzosa a que se vieron obligados a realizar y lo hicieron y hacen, tan pronto pueden hacerlo. Y no, no opino así «a la ligera»; me gusta pensar y repensar las cosas; y lo que veo tras de todo esto, es un peligrosísimo «juego demagógico», que como siempre busca la inmediatez y no piensa en el porvenir, que habremos de soportar «los de siempre». Y que nadie me nombre a los desprestigiados representantes de la UE¿ me importa un rábano lo que digan, tan «dignísimas y grandes panzas», que lo que piensan es en ella y en el bolsillo o cuenta corriente propias; sólo se representan a sí mismos y a sus partidos¿ «lo demás, ya lo estamos viendo, con el continuo abandono en que nos tienen y el echar balones fuera, que es lo que hacen, con la cara dura de siempre».