La prioridad

CONDOLEEZZA Rice se reunió con el presidente palestino, Mahmud Abbas, a quien Washington desea reforzar frente a Hamas, y se dirigió después a Israel, pero sabiendo ya que los árabes esperan que su gobierno resuelva de una vez la cuestión palestina, descrita como «prioridad de prioridades». Rice, de creer varias fuentes y el informe del «Washington Post» en concreto, recibió el martes en El Cairo, en su cena con ocho ministros árabes de Asuntos Exteriores, el mensaje de que hay que curar «la enfermedad» del conflicto en Palestina (definición del saudí, príncipe Saud al-Feisal) o terminar rápidamente con «la calamidad» de tal conflicto (Ahmed Abul Gheit, el colega egipcio). Según el diario norteamericano, los reunidos manifestaron a Rice su esperanza en que Bush resuelva la cuestión según sus promesas (sobreentendiendo que es quien tiene la capacidad para imponer una solución a Israel) y que ellos no tienen intención de enfrentarse a gobierno o movimiento árabe alguno. Mientras se entrevistaba con Abbas, aparentemente incapaz de controlar a su partido, al-Fatah, se difundía un manifiesto suscrito por dos docenas de personalidades internacionales de mucho peso pidiendo una solución al problema basada en las resoluciones de la ONU, la seguridad de dos Estados soberanos y la evacuación de los territorios ocupados. Esto, tan claro, no lo está tanto. La señora Rice ha dado muestras de flexibilidad y se dice que estaría proponiendo ahora una «cumbre» en Washington¿ de la que estarían excluidos Siria y el gobierno palestino (dimensión Hamas). Pero los firmantes, todos con gran experiencia, piden otra cosa: una conferencia internacional¿ o sea una solución impuesta cuya llave está en el bolsillo de Was hington.