AL TRASLUZ
Sublime conjunción
EL LEONESISTA Joaquín Otero exige saber el motivo por el que en los globos que soltó el Musac, para celebrar el aniversario del museo, faltaba la conjunción copulativa que en la denominación oficial de nuestra autonomía diferencia Castilla de León. No es que se haya aficionado de repente a la filología, simplemente, sospecha que se ninguneó la singularidad leonesa. El director del Musac ha pedido disculpas por algo que no tiene más explicación posible que un error involuntario, sin más elucubraciones. No hundamos cada día un Titanic. Jerarquicemos. Cierto es que conjunciones, preposiciones, artículos, pronombres no son cuestión menor, una coma mal empleada te la puede armar bien gorda. La conjunción copulativa que ahora nos ocupa es además griega, y ya se sabe cómo se las gastan los griegos, les raptas a Helena un ratín y te arrasan Troya. Para mí, esta «y» nuestra más que una frontera entre territorios incompatibles representa dos puertas, y ninguna de las dos traseras, de una misma casa común. Y no creo que sea mala de guardar, aunque exija dos timbres bien diferenciados. Independientemente de lo que opine cada uno sobre esta cuestión, y toda opinión es respetable, no debe verse desdén donde sólo hubo lapsus de un currito diseñador . Reivindicativos, siempre; victimistas, nunca. Un taxista: «¡pero qué tengo yo que ver con un tío de Ávila!». Le contesto: «lo mismo que con uno de Turulustán». Yo guaseaba, él no. No sé si el Musac cuenta con un experto en conjunciones copulativas. De no ser así, ha de crearse rápido la plaza, El leonesismo debe jerarquizar su susceptibilidad. Así, lo esencial no le quedará eclipsado por lo anecdótico.