Astorga en cabeza

En el Pleno Ordinario de la muy noble ciudad de Astorga del pasado mes de septiembre tuve el honor de presentar y defender en nombre de la UPL una moción urgente a favor de la región leonesa. Era urgente porque pretendía ser una llamada a los parlamentarios que en las Cortes autonómicas están ya debatiendo un nuevo estatuto para esta comunidad autónoma; si dejáramos pasar el tiempo llegaríamos a un punto en el que nos podrían decir «ahora ya es tarde». Era a favor de la región leonesa porque con ella defendemos y reivindicamos para los leoneses las mismas reglas del juego que para el resto de los españoles. Todos los cuales disfrutan de la autonomía de su región, menos los leoneses y los castellanos. Aunque, en esta situación anómala, los castellanos van a gusto en la burra y los leoneses no. Es un honor para Astorga el haber sido los primeros en aprobar esta medida, esta ciudad bimilenaria es nuestra primera capital y siempre ha desempeñado su papel con honor. Sirva como ejemplo la lección que dio hace ya casi los 200 años cuando la invasión francesa. En esa ocasión Astorga también jugó un papel capital tal como nos relató el sábado 23 en su conferencia el coronel don José Navas. Hasta el punto de que, tanto en la configuración territorial de José Bonaparte como en la que primero se barajó en las Cortes de Cádiz, Astorga era la capital de León. Recientemente, el 13 de mayo del pasado año, Astorga abrió un camino aprobando por unanimidad un compromiso, un voto, a favor de todos los leoneses. En dicha fecha aprobamos por unanimidad: «Una promesa, un voto, de compromiso permanente en favor de la restauración de los derechos históricos que corresponden a la Región Leonesa y por el cumplimiento de la voluntad de los hombres y mujeres del país, lo que conlleva un compromiso con la democracia, la libertad, la identidad y dignidad de León y la calidad de vida de los leoneses». En la misma línea, este ayuntamiento de Astorga ya en el 2003 había aprobado una moción respecto a la Fundación Villalar rechazando sus objetivos y su trabajo contra León, pues ha llegado a negar hasta nuestra propia identidad y nuestra mismísima existencia. Astorga fue también la primera ciudad en aprobar una propuesta a favor de las provincias leonesas solicitando al gobierno de España que considere a la Región Leonesa como una región, como una NUTS2, a efectos de reparto de los Fondos Estructurales Europeos. Al día de hoy seguimos esperando del gobierno del señor Zapatero la sensibilidad suficiente hacia León como para hacer lo que debe. Es decir, Astorga ya se había significado como abanderada y cabeza de la reivindicación de los derechos leoneses. Es lo que le corresponde, es su obligación. La moción de este día 27 de septiembre recuerda que recién puesto en marcha el presente período de sesiones en las cortes de la Comunidad Autónoma se ha iniciado oficialmente los trámites encaminados a dotar de un nuevo Estatuto a la autonomía conjunta de las regiones de León y de Castilla la Vieja. Coincide esta reforma estatutaria con otras de gran calado y trascendencia en las demás comunidades españolas. Todas las regiones buscan legítimamente mejorar su propio autogobierno y sus relaciones respecto al Estado y al resto de los españoles y así defender mejor sus valores, patrimonio y expectativas de futuro. La Unión del Pueblo Leonés, velando por los intereses y calidad de vida de los ciudadanos de la Región Leonesa, llama a los partidos, instituciones y ciudadanos a aprovechar esta reforma estatutaria para abrir una vía que permita corregir lo que se ha demostrado que fue el enorme error político de poner a las regiones históricas de León y de Castilla la Vieja en una misma comunidad autónoma. En este sentido valoramos positivamente que los proyectos anunciados por todos los partidos políticos presentes en las cortes autonómicas contemplen el reconocimiento explícito de que las dos regiones de esta única comunidad autónoma tienen cada una su propia historia e identidad. Pero, para avanzar en este camino es muy conveniente que el nuevo Estatuto recoja el mecanismo por el cual cada una de las regiones pueda llegar a constituir su propia comunidad autónoma dentro de una España en la que cada región tenga su propia autonomía y ca-da institución autonómica comprenda una única región, superando la anomalía actual en la cual tenemos dos regiones y una comunidad autónoma. Por todo lo expuesto, el Pleno acordó, con los votos favorables de la UPL y la abstención del PP y del PSOE: Solicitar a las Cortes de Castilla y León que el texto del nuevo Estatuto de Autonomía recoja en su articulado la regulación del procedimiento que permita la separación de ambas regiones para que los leoneses podamos constituir una comunidad autónoma exclusivamente leonesa. Y dar traslado de esta moción y su acuerdo a los presidentes del Gobierno de la Nación, del Congreso, del Senado, de la Junta de Castilla y León, de las Cortes de Castilla y León, y a los Portavoces de los Grupos Políticos del parlamento autonómico. Tuve cuidado de escribir el texto y registrarlo en el Ayuntamiento el día 15 de septiem-bre, festividad de Nuestra Señora de la Virgen del Camino, Patrona de la Región leonesa. Recibimos el resultado de la votación como una sensación agridulce. Satisfechos de que quedara aprobada y de que no se le opusiera ningún voto. Decepcionados porque no parece propio ni comprensible ser incoherente e inconsecuente; olvidar lo que se asumió pública y solemnemente en las ocasiones que he mencionado a la hora de votar en ésta. No nos sorprende en absoluto la postura del PP, como partido, que es de sobra conocida contraria a la reivindicación de los derechos leoneses quizá por ser siempre partidarios de lo que hay y contrarios a todo cambio. No obstante su portavoz en el Ayuntamiento elogió nuestra iniciativa y la aprobó en el fondo pero anunció la abstención del grupo con la excusa de que éste no era el foro adecuado. Ahora bien, cómo calificar la postura del PSOE, que siempre ha abanderado el cambio, que con ese lema es con el que ha llegado siempre al poder, que ese lema es el que está aplicando ahora desde el gobierno de la nación. Y sin embargo, en el caso de León, cuando ya 23 años de autonomía conjunta de León y de Castilla han demostrado que perjudican gravemente a León y por tanto de ello se deduce la necesidad de un cambio, aquí, se porta el PSOE para con León igual que el PP. Termino dejando como última reflexión dos preguntas. ¿Cómo se llama esa actitud de decir una cosa en privado o en la calle y no atreverse a votar en sintonía, no atreverse a hacerlo oficial en la sala de sesiones por sometimiento y servilismo a intereses ajenos a los de León, y yo diría incluso contrarios a los de León? ¿Podemos confiar en unos partidos que les obligan a actuar así?