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Publicado por
JUAN J. MORALEJO
León

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¿ SABEN quién fue Homero? se lo digo yo, pero no de mi inventiva -que no daría para tanto-, sino de un examen de la tremebunda «Seletividá» o «Prueba de Acceso», mejor llamada «de Exceso» porque está de más y tardía en un «sistema» ¡es un decir! cuyo principal «criterio» ¡otro decir! es el de igualar a la baja, que la aristotélica y general «tabula rasa» inicial acabe con el menor número posible de perturbaciones, pues está mal visto estimular o hacer ver la diferencia en aptitudes de la neurona y en actitudes de codos y nalgas. Por suerte son legión los profesores y alumnos que no se conforman con tan cutre Pegajodía y les mola que el saber no les ocupe lugar ¡o sí se lo ocupe, y también el tiempo! y los haga más bípedos implumes de lo que marcan lo mínimos que compartimos con gente tan digna como el chimpancé. Y vamos ya con quién era Homero: un valeroso guerrero griego que tomó parte en la Ilíada y combatió en Atenas y en Roma al lado de Virgilio. Punto y aparte. Merece el pollo un notable, incluso un sobresaliente, según pautas de Pegajodía que destacarían que ha oído tantas campanas que incluso está a piques de tragarse el campanario. Indiscutible, Homero era griego; lo de valeroso puede ser un humanísimo lapsus o una gozosa libertad de estilo por valioso; guerrero, sin duda, porque se ocupó de guerras. De que tomó parte en la Ilíada nada hay que objetar y no faltará quien nos diga que no tomó parte, sino la Ilíada entera, de cabo a rabo, y la Odisea de propina. Tal vez Homero no haya combatido en Atenas y en Roma, pero la cosa puede no ser más que un involuntario espejismo del feliz emparejamiento con ese otro «valeroso guerrero» que fue Virgilio en Roma: es muy de alabar y para nota que un alumno europeo sepa de sus raíces, sepa emparejar Atenas y Roma; los 700 años que van de Homero a Virgilio son minucia o decimales para quien sabe trabajar la Historia Universal por edades, épocas, ciclos... más allá del corsé anual del Gaiteiro de Lugo o del IRPF de las narices. En fin, que la Guardería sale muy cara con tanto personal especializado. En cuanto el pollo sabe leer y escribir, las cuatro reglas, algo de inglés y cuatro teclazos de ordenador, todo lo demás debe ser rigurosamente voluntario e incluso debería adornarse con el recorte de lo selecto o lo prohibido. La Guardería debe ser segura, cómoda y amplia, e incluso tener biblioteca, laboratorio... por si a alguien le pica la curiosidad, pero obligar y aburrir a la basca involuntaria de 15 en adelante con Homero, Luis XIV, el Danubio, Rubens, Darwin... es una crueldad inútil. Y muy cara. Acaba de soplar el ciclón Gordon y bastó con que en más de una zona nos resultase Flacon para que supiésemos por enésima vez lo que más afecta a muchos padres: que les dejan al niño en casa o a su aire, que no hay Guardería. Bueno, visto que en la Guardería ya se censa un 23% de cabritos del acoso a los compañeros, perdónenme que les haga perder el tiempo con pijadicas de Homero.