EL RINCÓN
Plan B
EL PROCESO para alcanzar la paz definitiva en Euskadi requiere: tiempo, fortaleza de ánimo y generosidad de espíritu. Es una cita con aquella definición de «política es el arte de hacer posible lo imposible». Tres años sin muertos. Conversaciones alejadas del mundanal ruido. Cambio en la cúpula del MLNV. Confianzas mutuas. Declaración de Anoeta con dicterios para cambiar violencia por política. Alto el fuego por orden de ETA. Esperanza de la sociedad para lograr una buena hoja de ruta en el proceso. Pero hay obstáculos, se sabía, han hecho acto de presencia. Pugna entre ETA y Batasuna para ser interlocutor y manija del proceso. Resistencia de Batasuna a condenar la violencia y adquirir perfil democrático que permita su legalización y posterior inclusión en la mesa de partidos. Permanente movimiento asambleario en el MLNV, con especial incidencia en el colectivo de presos, que hace complicada la hoja de ruta. Este es el meollo de la cuestión. Alrededor, el PP, los medios afines y las asociaciones de víctimas, que además incrementan sus razones en la medida que sube la kale borroka. Plan A: la teórica hoja de ruta del proceso. Plan B: qué hacer en caso de tensión o bloqueo del proceso. Plan C: respuesta a una actuación de algún grupo de ETA descontrolado y vanguardia del movimiento asambleario. Ciertamente, hemos pasado un momento complicado, con bloqueo y amenazas. Por eso se pone en marcha el Plan B. Llevar el asunto al Parlamento Europeo. Constituir cuanto antes la mesa de Partidos. En definitiva, tomar iniciativa no dejándosela a ETA. Nos han enseñado que cuando un problema se atasca, hay que sacarlo fuera y verlo desde otras perspectivas. Oportuno movimiento de Zapatero e interesante debate del 25-O. 1397124194