CRÓNICAS BERCIANAS
¡Que viene el lobo!
ALGO DEBEMOS estar haciendo mal. El lobo -el de cuatro patas-, viene a aullar a la puerta de casa y el oso cruza autovías y se planta en la vertiente sur del Bierzo. Hace unas semanas se localizó una huella de oso cerca del castillo de Cornatel, a pocos kilómetros de Ponferrada. Y este fin de semana, el lobo arremetía, -entiendo que por pura supervivencia-, contra un ternero a un palmo del monasterio de Carracedo. La conclusión miope está clara: A las bestias les va el patrimonio berciano, la temática templaria y la cisterciense. Y eso que se nos caen las iglesias y casi se monta un conflicto diplomático entre el alcalde socialista de Arganza y el obispo de Astorga, por precintarle el recinto. Nos hemos cargado los montes. Quemamos hasta el pasto que nace de un año para otro. Tenemos los ríos de aquella manera con nuestras cacas, y claro, cuando baja el lobo de Los Ancares y le da por ir de copas a la capital, nos extraña que nos roce con su codo en la barra del bar y quiera comer de nuestra mano. «¡Que osadía!», exclamaría el canino del plantígrado. Antes, los corzos se veían brincando por las montañas, pero ahora, y lo digo por que lo vi con mis gafas, vienen a pastar frente a los universitarios de Ponferrada, en la avenida de Astorga. Así, sin más. Y si el lobo aprieta y tiene más que hartos a los ganaderos, también en el ruedo político hay dentelladas y cornadas de diverso pelaje. En Torre del Bierzo tambalea el pacto del PP y la UPL, quizá por aquello de que se aproximan las elecciones. En Villafranca están a la espera del «sí quiero» de Conchi López a los socialistas, y no me refiero precisamente al alcalde de Corullón. En Toreno, el alcalde leonesista se deja cortejar y sigue desgranando la margarita para ver si ficha o no por el PP. En Puente de Domingo Flórez, el decano regidor berciano mira por el rabillo del ojo al otro decano, al minero de Igüeña, a Laudino García. Andrés Domínguez quiere batir el récord en el sillón y no cederá los trastos si no lo hace antes el que fuera el alcalde más rojo del Bierzo. En Ponferrada, Saavedra ya tiene a todo su personal en la zona de boxes para doblegar al Alonso Riesco. Para ir calentando motores le ha colgado sobre el pecho el cartel de «rival fácil» para las municipales de la primavera. Y eso, sin despeinarse. Pero, lo que de verdad tiene a una gran mayoría del politiqueo local en ascuas es si finalmente, el ex alcalde Ismael Álvarez se presentará o no con lista propia. Se oye de todo, pero nada claro. El protagonista tiene la palabra, pero no ha dicho de momento esta boca es mía. Los de IU, con el gran Tanke al frente, tienen mucho que decir en Ponferrada, y las vibraciones de la izquierda más genuina son de lo más positivas de cara a ser llave y romper eso que muchos buscan: el bipartidismo. Tarsicio Carballo no quiere ni oír mentar a sus hermanos o, más bien hijos políticos del PB, en ese acercamiento que propuso el secretario general Iván Alonso. El MASS de Escuredo espera más afiliaciones, y no por sabidas serán sonadas. En esas estábamos, cuando llegan los de la UPL y nos descubren las veguerías catalanas. Y se montó el belén, con los pastores, las ovejas, y cómo no, el lobo.