La verdad os hará libres
La violencia en el trabajo es algo que comienza a preocupar a todos los estamentos. Es una violencia que además afecta a todos los sectores. Durante mucho tiempo se ha creído que atañe exclusivamente a la policía y a los tribunales. Ahora se considera como un problema de salud laboral que afecta a todos los trabajadores, cualquiera que sea su sexo o profesión. En Estados Unidos ya se ha acuñado el término de OVC (Occupational Violent Crime) que puede ser traducido como «Crimen violento laboral», es decir, muertes acaecidas en los centros de trabajo como resultado de acciones violentas. Así, se considera que en muchos países avanzados, más del 15 por ciento de los accidentes de trabajo mortales serían el resultado de un homicidio. Lógicamente, ciertas actividades resultan más afectadas por estos fenómenos de violencia que otras. Las actividades económicas más perjudicadas por este grave riesgo tienen en común las siguientes características. Se desarrollan en un ambiente poco seguro en el que existe o se intercambia dinero y suministran bienes o servicios al gran público. Las actividades que cumplen alguna, por lo menos de estas características son además de la policía, las instituciones financieras, los transportes por carretera, las gasolineras, las tiendas de alimentación, los bares y los restaurantes, etc., que son precisamente las que presentan las tasas de incidencia más elevadas de accidentes mortales por homicidio. No existen soluciones fáciles a esta problemática. Hay algunas posibilidades de legislación protectora a este respecto. Por ejemplo, en ciertos emplazamientos especialmente peligrosos deberían encontrarse simultáneamente como mínimo dos trabajadores. En algunos estados norteamericanos se obliga a los empresarios a adoptar unas normas mínimas de protección a favor de los trabajadores expuestos a la violencia de terceros. Los esfuerzos más importantes en este campo corresponden a los técnicos de prevención de riesgos laborales que están desarrollando una nuevo concepto de diseño del ambiente o entorno, basado en el principio de concebir o instalar un sistema antes de que se desencadene la violencia. Francisco Arias (Madrid). Si usted hubiese visitado la XII Feria Nacional del Desarrollo y el Turismo Rural, celebrada en Madrid del día 29 de septiembre al 1 de octubre del 2006 en el recinto ferial de la Casa de Campo, se abría encontrado con una sorpresa desagradable: León no existe. En el stand institucional de la Junta de Castilla y León se disponían unos mostradores de un metro de ancho aproximadamente para las provincias de Salamanca, Valladolid, Soria, Segovia, Zamora y Burgos, cada uno con sus folletos locales respectivos y una azafata para atención al público. En otra parte del stand había un mostrador de unos 3 metros de ancho con folletos con contenido genérico común a todas las provincias de la Comunidad Autónoma, Palencia y Ávila tenían sus propios stands, muy bien montados, independientes del de La Junta de Castilla y León. León no tenía ninguna presencia en la Feria. Requerida aclaración al responsable del stand de la Junta de Castilla y León, D. Luis Ángel Díez Martín, se limitó a informar cortésmente que si león no tenía representación es porque la Diputación Provincial de León no había querido participar. No adujo más razones. Preguntado por qué un stand que representa institucionalmente a una comunidad autónoma puede permitir que una parte de dicho territorio no esté representada en la feria, se limitó a reiterar que la competencia para haber puesto con contenido, dentro del stand, ese mostrador de 1 metro de ancho era de la Diputación de León, no de la Junta de Castilla y León. Por qué la Diputación de León declino estar presente en una feria a nivel nacional sobre el turismo rural. Esa pregunta deberá ser respondida por los responsables de Turismo de la Diputación Provincial de León, antes de considerar que dicha Institución no funciona, que a primera vista es lo que parece. Toño (correo electrónico). Alvaro Boeza (En el debate de diariodeleon.es).