Un respeto
Durant e el p uente del Pilar invité a unos amigos de fuera de León a visitar las cuevas de Valporquero. Nos desplazamos desde la comarca del alto Cea por la CL-626 (eje subcantábrico). En todo el trayecto, no vi ningún cartel indicando el lugar. Ya en la zona de Matallana, una amable persona nos indicó el camino y pudimos llegar hasta la cueva por la tortuosa carretera que, aunque ha mejorado algo, sigue estando en pésimas condiciones. La Cueva, una maravilla con una iluminación espectacular y una exquisita atención por parte del personal. A la salida de la visita quise reservar para comer en algún restaurante de los pueblos de la zona, pero la sorpresa fue que no hay cobertura telefónica de ninguna compañía en todo el lugar, ni siquiera en la zona mas alta del mirador de Valporquero que, por cierto, en la pequeña carretera que conduce al mirador apenas si se pueden cruzar dos vehículos: simplemente porque en algunos puntos las zarzas se han adueñado de las orillas. Creo que la Diputación debería prestar mayor atención y trabajar para que el visitante se lleve un grato recuerdo de la cueva y de esa maravillosa comarca. Eliseo G. (Madrid). Es encantador, como decepcionante, que la manipulación de hechos cronológicamente probados, tengan la devaluación en el rigor formativo que está teniendo la Historia y la Geografía de este trozo de solar hispánico. Digo «Solar Hispánico », porque en resultado exacto y ecuánime, intereses e interesados, quieren hacer ver que en esta zona de territorio de la España del Siglo XXI todavía cabe la manipulación interesada para fines poco creativos, aún, menos formativos. Si a nuestros hijos, en formación, les presentamos un bagaje cultural falseado, mediatizado y lejano de las pautas reales estamos haciendo lo mismo que nos han hecho a nosotros: Crear un mundo de mentiras, falacias y ensoñaciones, que en el mejor de los casos vienen a descubrirse cuando ya no hay remedio. El pueblo que desconoce su pasado y realidad, vuelve a cometer los mismos errores que se cometieron antaño. Seamos serios, realistas y consecu entes con nuestra realidad. J. Falagán (Villaseca de Laciana. Eduardo (León; edición digital).