Hacia la transparencia

LA CRECIENTE acumulación de escándalos de corrupción, que es independiente del color político de sus protagonistas, requiere una respuesta clara y contundente de las organizaciones partidarias si quieren salvar siquiera en parte su prestigio ante los ciudadanos. En el PSOE madrileño, el candidato a la presidencia de la comunidad Rafael Simancas ha redactado para sus alcaldes un «Compromiso socialista para un urbanismo al servicio del interés general» que obliga a los munícipes a «hacer públicos sus bienes e intereses» antes de las próximas elecciones y a que realicen auditorías urbanísticas al final de sus respectivos mandatos. Son iniciativas que deberían ser aún más drásticas pero que van en la buena dirección y que han de ser imitadas por los demás partidos.