NUBES Y CLAROS
Ejemplo al volante
LOS TRANSPORTISTAS están preocupados por la repercusión que tendrá el carné por puntos en su actividad económica. Preocupación lógica para quien vive al volante, yo también la tendría si quitaran los puntos por incorrecciones semánticas u ortográficas en los periódicos. La alarma es comprensible, pero sólo hasta cierto punto. Si partimos de la base de que los puntos van cayendo a medida que se incumplen las normas de tráfico, y que el incumplimiento de las normas de tráfico acarrea a todos los españoles muchas más desgracias de las son admisibles, el colectivo al volante debería tener en cuenta el calado final de sus reivindicaciones. No digo yo que no tengan que contar con seguros y respaldos para que el pan de sus retoños no penda de una multa, pero tampoco deben olvidar que si son sancionados será porque antes han cometido alguna infracción. El hecho de que se ganen el salario conduciendo no me ablanda si estamos hablando de los problemas de quien por sistema se salta los límites de velocidad, de quien habla por teléfono mientras conduce con los peligros que ello supone, de quien sobrepasa los límites de alcoholemia en las carreteras por las que circulamos todos, de quien conduce con negligencia o temeridad, de quien hace de su volumen un sayo para amedrentar al resto de los conductores,... Aquellos camioneros o repartidores que sistemáticamente ponen en peligro al resto de los ciudadanos no merecen un trato preferente, si acaso ejemplificante, porque son ellos, precisamente quienes más horas se pasan al volante, los que deben dar ejemplo de conducción responsable. No propongo, por supuesto, que se les sancione con mayor dureza; pero hacer excepciones en una ley que trata de salvar vidas no sería más que un ejercicio de hipocresía social.