Beit Hanún, la paz que agoniza

BEIT HANÚN, traducido libremente como «la casa de la ternura», un lugar con un nombre tan bonito como inapropiado dadas las circunstancias, ha vuelto a ser objetivo de las represalias israelíes por los impactos de varias cohetes kasam palestinos. El balance, tan t riste como sangriento, ha sido de dieciocho muertos. Entre los ocho niños fallecidos había un bebé de apenas seis meses de edad. Pudo haber sido la desafortunada consecuencia de un error de cálculo, de cierta precipitación o de un ataque intencionado, pero lo cierto es que, pese a que Israel se haya justificado en base a la «defensa propia» y haya pedido disculpas, una vez más, han muerto personas que dormían plácidamente en sus hogares. Según un informe de la organización «Médicos por los Derechos Humanos» en los últimos 4 meses, han fallecido a manos israelíes, 247 palestinos. De los 155 civiles asesinados 57 eran niños, de los 996 heridos durante este período 337 eran menores. Por si no bastase con la tragedia humana, manifestaciones como las de Ghazi Hamad, un portavoz del gobierno de Hamas, de que «Israel debería ser borrado de la faz de la tierra por ser un estado animal que no reconoce el valor de la humanidad, un cáncer que debe de ser erradicado», no hacen sino echar leña al fuego. Esta declaración, no ha surgido de un momento de ofuscación. Es parte de la retórica de un grupo terrorista que ha tenido la habilidad suficiente para presentarse como partido político y ganar las elecciones en Palestina pero que no ha hecho esfuerzo alguno por avanzar en el proceso de paz. La negativa de Hamás a reconocer el estado de Israel, además de suponer el colapso económico de los territorios palestinos por la congelación de las ayudas ha logrado lo que parecía imposible, un empeoramiento de las condiciones de vida de los palestinos. Y es que, es mucho más fácil ser intransigente, condenar al otro y disparar desde un tanque judío o enviar a jóvenes fanáticos palestinos con una bomba en el cuerpo que sentarse a negociar y apostar por la paz.