Penoso
Desde pequeñita me inculcaron, que el cuerpo de policía municipal era un estamento creado para el servicio de todos los ciudadanos y, tanto era así, que siempre por Navidad, vimos a pies de los policías, un montón de regalos de todos como aguinaldo, en agradecimiento por su labor. Pero, claro, eso era antes; al día de hoy a estos señores (los cuales cobran de lo que los contribuyentes pagamos) les han dado un uniforme más bonito y les cambiaron la famosa bacinilla (que tenía su encanto), por una gorra de plato y ahora se creen los reyes del «mambo». ¿Qué particular, o sobre todo autónomo, no se ha visto denunciado o llevado el coche la grúa, por aparcar un momento en una parada de bus, sobre parte de una acera, etcétera, para descargar o cualquier otra cosa con relativa urgencia? Esto es lo que hoy en día llaman estos señores «servicio al ciudadano»; más bien será al «cliente», que esto es lo que somos para este Ayuntamiento. Cuántas veces hemos visto lo mismo, pero con vehículos de policía municipal y mira que aparcan mal y sin luces encendidas, para por lo menos disimular. ¿Quién les pone las denuncias por ello? ¿qué grúa se los lleva? Y encima no lo hacen por trabajo sino para tomar unos vinos en el bar de al lado. ¡He ahí la justicia municipal! Que Dios nos pille confesados y con la cartera llena. M.ª Antonia Castañón Merino (León). Estaba en misa de 12 en la Catedral el domingo 22 de octubre, por ello quiero decir algo en relación a lo sucedido y en vista de que aún colea: 1. Mal, inoportuno el señor deán, pues si consideraba no apropiada la calidad de los niños cantores en relación a la categoría del lugar, podía habérselo impedido con antelación. Todo esto le dije al señor deán dos días después en encuentro casual en la calle; no le insulté con ningún adjetivo: educación, caridad y buenos modales eran lógicos. 2. Bien, padres y abuelos al retirarlos, yo hubiera hecho lo mismo de haber tenido hijo o nieto en el coro. 3. Mal algunos padres al mostrar su indignación (lógica y explicable) en el trascoro, en tono elevadísimo, inadecuado en un templo de Dios y una falta de respeto ante quienes, contrariados como ustedes, queríamos y teníamos derechos a continuar oyendo la misa en paz. 4. Curiosas la protesta de una madre allí y otra en el periódico, intentando justificar su dejación de prácticas religiosas por un fallo de un sacerdote... 5. Curiosas las protestas de varios comunicantes en el periódico, cuando no lo presenciaron y traslucían cómo buscan el menor fallo para atacar al catolicismo. Artes ya manifestadas en diversas ocasiones. 6. La pena que sentí con la vejación, pensando en los niños, se dulcificó un poco al final de la misa, en el trascoro, al ver a un niño con su túnica bailar la jota, influido por el ambiente, sin alcanzar lo triste de lo sucedido. La mamá del niño lo vería igual que yo. 7. Si se discute la calidad de sus interpretaciones, en orden a su continuidad, sugiero se reúnan el crítico musical acreditado del periódico que intervino el primero en la narración del suceso y el Maestro Capilla de la Catedral. Los niños les hacen una demostración y ellos, como autorizados expertos, que sean quienes digan la última palabra. Lógica y explicable la indignación de la señora presidenta de los Niños Cantores, pero le ruego sea fiel a lo sucedido en relaciones a los padres: «Los sacaron del templo...», más bien los sacaron del coro y aparcaron en el trascoro. Por último, ¿en qué ensayo, el director no ha dicho a los cantores: ¡mal, muy mal!? I. Arroyo (León). La cultura de la muerte está relacionada íntimamente con la anticoncepción, el aborto y la esterilización, ya que se fragua impedir el nacimiento de una vida nueva. Los métodos anticonceptivos son, por lo tanto, tiránicos pues contradicen la naturaleza intrínseca, desligando el aspecto unitivo con el progenitor. Se exime el comportamiento sexual de su responsabilidad inmediata de poder ser causa de una nueva vida. Está en juego la dignidad del amor personal. Por eso, aislar la unión marital y la procreación es atacar el sentido de la naturaleza humana. Por otra parte, el aborto provocado tiene como objetivo la demolición del primogénito en desarrollo en el seno materno. Los técnicas más empleadas son: la aspiración, el legrado, la inducción de contracción... Esto supone un elevado peligro de alteraciones mentales que surgen en la mujer que ha malparido, subsiste profundamente señalada por la ejecución de un detestable asesinato contra la vida de un ser inocente e indefenso. En la esfera internacional la mentalidad abortiva ha ido ampliándose de modo pavoroso, anulando legislativamente la aseveración acerca del aborto como culpa. En España, el aborto ha sido un delito penado sin concesiones por el Código Penal hasta 1985, en que una enmienda del Código, difundida públicamente como «ley del aborto», dispuso unos supuestos en que, por converger pensadas situaciones, el aborto no sería punible. Sin embargo, en Nicaragua se ha producido un paso atrás de dos siglos. El instituto del aborto terapéutico, en vigor desde 1879, fue abolido de forma unánime por la Asamblea Nacional. Tanto los cirujanos como las embarazadas que no acaten la nueva regulación se encararán a condenas de hasta seis años de cárcel. La ley autorizará sancionar el aborto aun cuando la preñada sea fruto de una violación o esté en riesgo la vida de la hembra. El Frente Sandinista de Liberación Nacional ha rubricado un concordato con el cardenal Miguel Obando Bravo. Clemente Ferrer Roselló (Presidente del Instituto Europeo de Márketing, Comunicación y Publicidad. Madrid). Sergio (León; debate en la edición digital).