Todos mienten

EL PASADO mes de octubre hubo tres actos de un importante significado para el leonesismo: la presentación de una propuesta de Estatuto de Autonomía de León y Castilla, conteniendo el camino constitucional hacia la autonomía leonesa; la moción presentada por la Unión del Pueblo Leonés en el Ayuntamiento de León, que fue aprobada, por el cual el Ayuntamiento debe «exigir» a las Cortes de Castilla y León que el texto del nuevo Estatuto de Autonomía que se está debatiendo, recoja en su articulado el camino que permita la separación de la región leonesa de la actual comunidad autónoma; y por último, la manifestación organizada el día 29 de octubre, por Ciudadanos del Reino de León, pidiendo la Autonomía para la León, Zamora y Salamanca. La manifestación fue considerada un éxito con más de 8.000 manifestantes. A estos actos siguieron una serie de manifestaciones que «retrataron» a los que las hicieron. Así, por ejemplo, el portavoz socialista; Iván García, dijo compartir el 95% de la moción presentada por Javier Chamorro, portavoz de la UPL. Me gustaría que Iván García explicara cómo puede discrepar en sólo el 5% y no votar a favor la moción. Si tan importante es ese 5% que lo explique, porque yo no lo entiendo. Si no hubiera explicación entenderé que no dijo la verdad. El portavoz popular, señor Mario Amilivia, alcalde de León, dijo que él se sentía leonés y no se sentía castellano. Sin embargo, tampoco votó favorablemente la moción leonesista. También el señor Amilivia debe explicar por qué, siendo leonés, no votó la autonomía leonesa. No tiene sentido su actitud, ¿existe algún otro pueblo español que no tenga autonomía? Pues eso, señor Amilivia, que tampoco dijo la verdad. El secretario general provincial de los socialistas, señor Miguel Martínez, manifestó textualmente «la postura inteligente es respetar la Constitución» Tiene toda la razón Miguel Martínez; yo me apunto a lo mismo. Pero sucede que el Artículo-2 de la Constitución concede la autonomía a todas las regiones españolas y la región leonesa es una de esas regiones y no tiene Autonomía; por consiguiente, en este caso no se respeta la Constitución. Y el señor Martínez, pudiendo y debiendo pedir que también en León se respete la Constitución, no lo denuncia ni dice ni hace nada. No veo que la postura del Sr. Martínez sea una postura inteligente. Otro que tampoco dice la verdad. Mención especial merecen las manifestaciones de Ángel Villalba, secretario general de los socialistas de Castilla y León. Paso por encima las palabras que dijo sobre la lengua leonesa, dada su condición de filólogo, porque sería meterme en su vida personal, algo que no haré nunca. Pero si quiero matizarle que las mismas palabras que dijo del leonés, las podía repetir del vascuence con las mismas razones, pero estoy seguro que no tendría valor de decirlas en Bilbao. Parece ser que en León se puede decir cualquier barbaridad que aquí no pasa nada. Sí quiero entrar en su faceta como político. ¿Cómo puede decir un demócrata, como se supone que es el señor Villalba, que las autonomías están cerradas? Habla igual que Franco cuando dijo que todo estaba atado y bien atado. En una democracia no hay ni puede haber nada cerrado, pues lo que hoy es o parece ser bueno, mañana ya no lo es o no lo parece y habrá que cambiarlo. Nada de lo que hace el ser humano es perfecto porque él mismo no es perfecto y por eso mismo no puede ser definitivo para siempre. A este respecto hay un dicho muy apropiado «rectificar es de sabios». Sólo los dictadores, endiosados y prepotentes creen que ellos no se equivocan nunca. ¿Pertenece Ángel Villalba a alguna de estas tres especies? Quiero recordarle que la unión de la región leonesa con Valladolid se hizo en contra de la voluntad de los ciudadanos leoneses. Eso ya es de por sí un acto antidemocrático, además de anticonstitucional. Persistir en esa actitud es peor aún. Querer mantener esa unión a sabiendas de que están quebrantando la libertad, los derechos y la voluntad de los leoneses es violencia social, algo indigno para cualquiera y más para un socialista. Quiero recordarle que la libertad es un valor más elevado que la paz para el ser humano. Con Franco teníamos paz, pero no teníamos libertad. O sea, señorVillalba, que usted tampoco dice la verdad. Y como remate final, quiero comentar las manifestaciones del presidente de la autonomía, Juan Vicente Herrera, quien dijo textualmente: «las sensibilidades en democracia se miden en votos de las urnas». ¿Quiere decir acaso, que los votos en las urnas son los culpables de que la provincia de León sea hoy más pobre que hace veintitrés años? ¿Quiere decir acaso, que los votos en las urnas son los culpables de que una provincia de esta autonomía, Valladolid, más pobre que la provincia leonesa hace veintitrés años, sea hoy una de las más ricas de España? ¿No cree o no quiere reconocer que esas enormes diferencias dentro de la misma Autonomía, es el resultado de la mala gestión de todos los Gobiernos que hemos tenido, entre ellos el suyo? No ponga usted a los ciudadanos de pantalla como justificante de una pésima gestión. Los leoneses tenemos la cara partida de tantas bofetadas que hemos recibido de los unos y de los otros. Le recuerdo, señor presidente, que los partidos políticos tienen que estar al servicio de la sociedad, de todos y cada uno de los ciudadanos y la región leonesa es parte de esa sociedad. Las diferencias tan abismales que hay entre algunas provincias castellanas y las leonesas, en perjuicio de éstas, son una clara demostración de que las cosas se hacen mal. La sociedad leonesa ha estado al servicio de los partidos, cuando son los partidos los que deben estar al servicio de los ciudadanos O ¿es que acaso León tiene alguna cuenta pendiente que pagar a Valladolid? La libertad, de la que carecemos los ciudadanos de la región leonesa, se consigue con la verdad. Pero ahora la verdad (incluso la histórica) la imponen los políticos, extralimitándose en sus funciones administrativas. Además de una perfecta ignorancia demuestran que todos mienten.