Cerrar
Publicado por
RAMÓN IRIGOYEN
León

Creado:

Actualizado:

UNA LEY aprobada en el Congreso -y que también deberá aprobar el Senado- hace por fin justicia a los transexuales, un colectivo que en España puede alcanzar la cifra de 7.000 personas aunque, en este terreno, se barajan cifras sin base estadística. Esta ley permitirá que las personas transexuales puedan cambiar el nombre y el sexo con los que fueron inscritas en el Registro Civil sin que tengan que pasar por el quirófano para una reasignación de sexo. Hasta ahora, para poder cambiar el nombre y el sexo en el Registro, la ley exige operación anatómica completa y una sentencia judicial, lo que, obviamente, es sumar a los caprichos de la naturaleza, que crea seres con una identidad sexual diferente a la anatomía que les asigna, unas vallas legales que obstaculizan el proceso de solucionar un grave conflicto de identidad sexual. La ley la han aprobado todos los grupos salvo, naturalmente, el PP que en el terreno de las leyes que deben regular la naturalidad de las diversas tendencias sexuales suele atenerse a lo que dicta el Vaticano. Y ¿qué dice, por ejemplo, el Vaticano sobre la homosexualidad? El Santo Padre tira del chicle de los concilios y dice: nuestro hermano Tertuliano ya dijo que la homosexualidad es antinatural. Lógicamente, viene luego la ciencia y aclara: nada que esté en la naturaleza puede ser antinatural. Podrá ser una salvajada -como, por ejemplo, un simpático tsunami que entierra a 5.000 personas o un rayo que te abre el cráneo un día que has ido feliz a coger setas- pero ni el tsunami ni el rayo son antinaturales. Del mismo modo, ser heterosexual, homosexual o transexual son variables naturales de tendencias sexuales que marca a fuego la identidad de la persona y que, eso sí, estadísticamente presentan diferencias muy sensibles. Pero nada más: ese plus de estigmatización social sólo lo pone la ignorancia más aberrante. Y ¿qué opina el Santo Padre de la transexualidad? El Santo Padre revuelve las actas de todos los concilios, no encuentra nada sobre el tema y dice abrumado: pero, hijos míos, ¿qué es la transexualidad? No habla de ella ni siquiera san Agustín, el hijo de santa Mónica Vitti, la que pecó tanto con el cineasta taurino Antonioni.

Cargando contenidos...