EL BALCÓN DEL PUEBLO
Reuniones de alto nivel
MIENTRAS en numerosas ciudades de España falangistas y franquistas celebraban los respectivos aniversarios con misas por las muertes de José Antonio Primo de Rivrera y de Francisco Franco -la fecha es mañana, 20-N- en Madrid hubo cónclaves al más alto nivel de socialistas y populares. Se reunió el Comité Federal del PSOE, máximo órgano entre congresos, y los populares clausuraron su conferencia sobre seguridad ciudadana. En el Comité Federal socialista, su secretario general y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pronunció un discurso de más de una hora. Y dedicó prácticamente todo su tiempo a hablar de la política económica y social. Apenas gastó un minuto en reflexionar sobre la marcha del denominado «proceso de paz». En su discurso inicial, que es el que conozco, tampoco mencionó nada sobre los estatutos de autonomía y las elecciones catalanas. Luego, a puerta cerrada, supongo que se escanearon todos estos temas, máxime al intervenir Pepe Montilla, presidente «in pectore» de la Generalitat. Una intervención inusual. Nunca antes, que me conste, había hecho uso de la palabra un miembro de la Ejecutiva. Esa distribución sobre asuntos y tiempos parece una clara demostración de lo que es importante y no lo es tanto para el presidente del Gobierno. Se reconoce así también, de forma implícita, que no puede constituir el centro de la acción de Gobierno estar pendiente de Eta y Batasuna. Y mucho menos aún, las redacciones de los estatutos de autonomía, desde el catalán, pasando por el de Andalucía y siguiendo por el aragonés y otros, que caen en la extravagancia y en la estupidez en materia de financiación. La nota de extravagancia más clara son los contenidos sobre ríos y cuencas hidrográficas. Pretenden apropiárselas hasta el absurdo, como hemos comprobado en Castilla y León con el Duero, y en Asturias con el Nalón. Por su parte, la conferencia sobre seguridad ciudadana del PP ha pretendido inventar un problema contra el Gobierno y, a la vez, proponerse como solución. Han hecho un ejercicio de amnesia, olvidando que la seguridad ciudadana fue uno de los aspectos menos brillantes de los ocho años de gobierno de Aznar. En ese período se llegó a la indigencia de tener inmovilizados coches de policía y guardia civil por falta de gasolina. Y de mermar en 7.000 efectivos los números de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, amén de fomentarse de forma aberrante, como alternativa, la seguridad privada. El colmo del disparate propagandístico de la conferencia popular ha sido el vídeo de marras. Su objetivo era demostrar la mala gestión del gobierno socialista y contiene imágenes sobre desórdenes públicos ocurridos en los años 1996 y 2002, bajo el mandato de Aznar. Le regalaron la ironía a Zapatero: se oponen a todo, no es extraño que algún día se manifiesten contra la guerra de Irak. El vídeo es la clara demostración de que para el PP todo vale. Pero también es la prueba de que los actuales dirigentes son los mayores enem igos de su propio partido. Siguiendo la consigna de Aznar, que pedía actuar sin complejos, la han aplicado sin escrúpulos. Resultado: Para la mayoría de los ciudadanos carecen de credibilidad.