«El tabaco puede matar»

ADIÓS AL TABACO, que además, tampoco está «in». La ley impulsada por Elena Salgado, ha supuesto importantes cambios sociales en los españoles y en el comportamiento de empresas respecto a usos y costumbres.El 1 de enero de 2006 entró en vigor la Ley Anti-Tabaco, que prohibía fumar en lugares de trabajo cerrados y en bares y restaurantes -en función de la superficie-, con fuertes sanciones previstas para los infractores (hasta 600 euros para los fumadores y 10.000 para las empresas). La «Ley Salgado» ya ha sido calificada como la más importante para la salud de los españoles, jamás adoptada por un Ejecutivo desde el inicio de la democracia española, y así lo reconocieron cardiólogos de toda España, en el último Congreso celebrado en Barcelona. El tabaquismo es causante del 85 % de las muertes por cáncer de pulmón, del 50% de las muertes por infarto, del 90 % de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y es actor destacado en otros tipos de cáncer y dolencias cardíacas. En suma, unos 50.000 fallecimientos/año en España, sin olvidarnos del importante gasto que genera a las 17 Consejerías de Sanidad y a la Seguridad Social, por las bajas laborales. Desde otro prisma diametralmente opuesto, el tabaco, en España, es un excelente contribuyente y recaudador de impuestos, no en vano, del precio de cada cajetilla casi tres cuartas partes corresponden a gravámenes (el 71,59 %). La aplicación de la ley ya se ha notado en las ventas de Altadis (exTabacalera), que han disminuido un 19,9 % por la caída en la venta de cigarrillos. Muy criticada ha sido la «contramedida tabaquista» de la Comunidad de Madrid. Intentando «sacar jugo político» al oponerse a toda norma del Ministerio de Sanidad, Esperanza Aguirre ha desatado airadas reacciones de médicos y de sus conciudadanos. Ha estado mal asesorada. Sólo algunos hosteleros y Altadis se han alegrado de la norma que, sin embargo, le ha causado una pérdida de imagen y de votos en la carrera presidencial. El tabaco causa más muertes que los accidentes de circulación. Frente a esto, Europa endure sus normas. Y es que el tabaco ya no vende por mucho humo que haya detrás.