A Balboa
De esta manera se titulaba una carta del Director publicada en este periódico el día 17 de noviembre. Se podría también titular: más papistas que el Papa. Y como resumen, tal vez un poco duro, podría ser: de los tontos que cría Dios nacen cada minuto veinte y mueren cada año dos. Porque despropósitos sobre la triste cuestión de Laguna de Negrillos y, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, sobre la mala intención de los padres que protagonizaron esa bufonada con su hijo en la ermita del Arrabal, han salido muchas cosas pero lo del que firma como Aquilino Laserna Perea, raya lo esperpéntico. Por un lado da la impresión de no pertenecer a la Iglesia, al menos por el supino desconocimiento de su ordenación jurídica, y por la ignorancia de las leyes estatales sobre pertenencia de edificios públicos y, en concreto las propiedades de la Iglesia, eso que llama «inexplicable anexión de la ermita por parte del Obispado», significa que la ermita está registrada a nombre de la parroquia de Laguna de Negrillos, su legítima propietaria. Pasa después a interpretar la voluntad de Cristo y a señalar al odiado y temido de todos los tiempos: al Anticristo, que, al parecer, debe ser el obispo y parte del clero. Finalmente se descuelga con una frase lapidaria: «el bautismo realizado el pasado domingo en la ermita de Laguna de Negrillos tiene más validez que el que se hubiera celebrado en la iglesia parroquial, porque fue un acto de fe, realizado por unas manos limpias de corazón». Ahí queda eso. O sea que, si no lo he entendido mal, este buen hombre, sabe de manos puras e impuras. Y son manos puras las que hacen una farsa del bautismo, eso sí, después de buscar a un cura para que bautice a su hijo, y que dan como razón para lo que ellos hicieron el que su ilusión era bautizarlo en la ermita. Menos mal que no querían que fuese en el Palacio Real. Por otro lado se me hace difícil pensar que el Obispado como tal tenga interés en acarrear con una iglesia más, sino todo lo contrario la propiedad de ambos templos pertenece a la parroquia de Laguna de Negrillos, sobran templos en la diócesis; lo que falta son cristianos de verdad que vivan la unidad, lo que hace bien a todos y no sólo a algunos, el amor cristiano en pensamientos y formas está también con necesidad urgente de ser vivido. A mí me cuesta ver a la Virgen, que ni siquiera al pie del Calvario se rebeló contra los que crucificaban injustamente a su Hijo, sea ahora causa de división en Laguna. No creo que sea ella la fuente de inspiración para todo este jaleo que algunos han montado y digo algunos porque parece que son muy pocos los que han armado el revuelo e incluso parientes entre sí. No quiero hacer de profeta, no he sido llamado a ello, pero me atrevo a aventurar que la Virgen debe estar bastante cansada y dolida por el uso que se le está dando, bajo capas y pretextos de amor mariano. Yo le recomendaría a este buen señor, a no ser que esconda otras intenciones, que procure informarse de los hechos con más objetividad y hablar de las cosas con más seriedad, que la libertad de expresión no se concreta en el derecho a decir tonterías. Juan Carlos Fernández Menes (Párroco de Trobajo del Cerecedo-Profesor del Seminario). Escribo esta carta como madre dolida por la falta de seguridad que tenemos en nuestra ciudad. Los responsables demuestran en todo momento falta de organización y distribución de tareas para evitar los desagradables hechos que con frecuencia ocurren en nuestra ciudad. A las 2 horas 30 minutos cuando se dirigían hacia casa, después de haberse tomado una cerveza escuchando buena música y por una zona céntrica como es la calle Teatro (plaza de las Palomas) una pandilla de gamberros, por aquello de hacerse los machos delante de dos féminas de su mismo estilo, se abalanzaron sobre dos pacíficos jóvenes dándoles puñetazos. Uno salió magullado, pero mi hijo del primero y único puñetazo quedó tumbado con una fractura en la base del ojo derecho y con una pieza punzante, que llevaba el agresor en el anillo, clavada en la parte superior de la nariz. ¿Dónde pueden adquirirse semejantes artilugios para agredir al pobre de turno que al lado de ellos pasea? Señores responsables de seguridad, la sociedad ha cambiado. La agresividad está en las calles y a cualquier hora. Pongan a los funcionarios de seguridad que entre todos pagamos un uniforme y que paseen las calles y no les manden vestidos de paisanos para «pillar a la gentuza». No queremos que los pillen después de haber herido, queremos que se evite todo daño físico y psicológico. Si se ve vigilancia por las calles, se reprimirán y agredirán con menos facilidad. No hace muchos años había presupuesto para la seguridad en las calles. ¿Qué pasa ahora? ¿En qué gastan el dinero que pagamos como buenos contribuyentes? Los ciudadanos no queremos a los funcionarios de seguridad sentados en las oficinas pasando sus horas de trabajo. Apliquen el sentido común y manden vigilar y controlar el orden de la ciudad. Lo sorprendente es que, a las tres de la mañana, cuando nos dirigíamos al Hospital, en la céntrica Plaza de las Cortes Leonesas estaban poniendo una multa absurda a un vehículo mal estacionado que no molestaba a nadie. Da vergüenza que a las nueve de la mañana nos paren en la Avenida de Madrid a soplar cuando nos disponemos a ir a trabajar. ¿Cómo sale el grado de café con cereales? ¿Es tan difícil organizar y saber mandar aplicando el sentido común? Para lo que sí hay presupuesto es para hacer exhibiciones de la policía, bomberos... Los médicos... enfermeros, abogados, zapateros, docentes... no necesitamos hacer una espectacular exhibición para demostrar lo guapos y estupendos que somos. De esta desagradable experiencia lo positivo que he sacado es que el equipo de profesionales del Hospital de León es una maravilla. Lourdes C. (León). Enrique Fernández (León; edición digital).