Cerrar
León

Creado:

Actualizado:

SI UNO fuera candidato a alcalde y tuviera que preparar la lista electoral,   lealtad y eficiencia serían los dos primeros requisitos que buscaría. La lealtad nada tiene que ver con el servilismo,  la sumisión o el peloteo; como el amor, es una carretera de dos direcciones,  implica derechos y deberes para ambas partes. Decir amén a todo no es ser leal, sino tonto. La lealtad no se impone, se escoge. Y además, claro, hay que ser eficiente, porque con  amigotes organizas despedidas de soltero, pero no la gestión municipal; aunque, cuidado con lo que entendemos por político competente.  Un concejal puede no dominar algún  aspecto del área encomendada y su carencia quedar equilibrada de diversas formas, tanto porque tenga virtudes que la compensen, como porque los  técnicos municipales cubran  esas lagunas. Cuidado con la valía profesional que carece de dimensión ética, que es sólo frío y calculado logro. Los nazis fueron muy competentes en lo suyo. Ahora bien ¿con qué se compensa la deslealtad?  Con nada, no hay cualidad que alivie tal tara, pues deteriora la convivencia, minimiza los logros del equipo y, lo que es peor, termina siendo contagiosa  ¿Adónde ir con Bruto que no sea al apuñalamiento? A todo candidato hay que dejarle libertad para diseñar su equipo, aunque entendamos que el partido tenga voz. Y apoyarlo, en el éxito y en el revés.  Lo único que no debe nunca ser una lista es tonta. Sí, ya sé que es un chiste fácil, pero como dijo Woody Allen  a Diane Keaton,  tras emular la despedida de Bogart en Casablanca :  «llevaba toda la vida queriéndolo decir». 

Cargando contenidos...