Cerrar
Publicado por
ALBERTO DEL POZO ROBLES
León

Creado:

Actualizado:

DICE el conocido anuncio de radio y televisión que «en Navidades toca»... y lo cierto es que entre otras cosas que nos puede tocar, lo que sí parece tocar es el ver agrietarse y desplomarse a la sanidad pública. Al igual que ya advertimos en vísperas de verano, la población de León va a observar en el período navideño cómo padecerán una congestión y masiva presencia de pacientes en los centros sanitarios, especialmente en centros de salud, unidades del 112, urgencias del Hospital, etcétera y todo ello provocado por la escasez de personal sanitario que existe en León y que, muy posiblemente, se ha venido ganando con creces nuestro Sacyl con su manifiesto autismo en la gestión y política de personal. Al colectivo de profesionales que trabaja para la sanidad pública (en concreto para Sacyl) le gustaría ser considerado como un activo importante para su empresa y para los objetivos sanitarios, técnicos y sociales que esta empresa persigue, máxime cuando el «orgullo» de vestir la camiseta de la sanidad pública no se ha valorado nunca lo suficiente, y cuando existe la total seguridad de que en la sanidad pública están la mayoría de los mejores profesionales y la más avanzada tecnología médicosanitaria, hasta el punto de poder observar cómo se provoca la envidia sana de quienes, por diferentes circunstancias, no han logrado entrar a trabajar en esta gran empresa que es el Sistema Nacional de Salud (caso de los respetados y muy capacitados profesionales de mutuas, compañías de seguros, consultas privadas, etcétera...). Pero esta empresa Sacyl debe conocer esta circunstancia y decidirse a mover ficha de una vez elevando el dintel de consideración hacia sus trabajadores, cosa que, al no haberse producido hasta ahora, ha propiciado y provocado la fuga de profesionales hacia otros países, regiones, provincias, o incluso al sector privado. Y sin duda esto ha sido así, porque los profesionales sanitarios de Sacyl son, con toda seguridad, los empleados públicos peo r tratados de la administración de la Junta de Castilla y León, tanto en lo referente a aspectos retributivos como a lo relacionado con condiciones de trabajo, contrataciones temporales, permisos, vacaciones, licencias, dietas de viajes y desplazamiento, compensación horaria por trabajos extras, descansos entre jornadas, horario de trabajo, etcétera... La comentada escasez de profesionales que se observa en la actualidad, se traduce en que ningún profesional de Sacyl puede ejercer con total libertad su derecho a exigir los efectos conquistados en las distintas mesas de negociación sindical, de manera que casi nadie del colectivo sanitario puede asegurar su agenda y calendario de trabajo para así poder mantener una vida privada y familiar en la que se pueda planificar su ocio o su descanso en términos de calidad de vida, pues es ya habitual que nunca se sepa si el fin de semana próximo, o un festivo tal, no le va a tocar permanecer como retén ante la ausencia obligada y justificada de otro compañero... Esta situación parece que podría justificarse en alguna situación límite por las llamadas «razones de servicio» en un servicio esencial para la comunidad como es la sanidad, pero la cruda realidad nos muestra que esta situación se mantiene en el tiempo ante la indiferencia de Sacyl, y amenaza con empeorar y convertirse en una situación enquistada y crónica de difícil asunción por parte de ningún trabajador de ningún ámbito conocido. Esto, y quizá otras cuestiones, es lo que ha provocado la reciente y fracasada huelga del día 10 de noviembre (convocada por la Plataforma 10 minutos), la cual sólo pretendía llamar la atención pública para conseguir poder atender en mejores condiciones a los pacientes que acuden a los centros de salud de la sanidad pública. Porque sólo la desidia de la propia administración sanitaria del Sacyl en materia de gestión y planificación de recursos, así como la cómplice y extraña complacencia de la mayoría de los sindicatos, puede explicar y provocar tan injusta e intolerable situación. Esta situación está llegando al límite, y la crispación del colectivo sanitario está alcanzando cotas preocupantes especialmente en nuestro ámbito de León. Es por ello que desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de León, queremos trasladar a la población el convencimiento de que las situaciones que puedan darse en estas fechas, como puedan ser alteraciones y cambio s en horarios de consultas, retrasos en las citas, anulaciones de consultas en algunos pueblos, aumento de demora en las listas de espera, demoras en la asistencia, etcétera... en ningún caso obedecen a la veleidad, capricho o negligencia de los profesionales de Sacyl sino que, muy por el contrario, sólo es la expresión de la nula capacidad de planificar los recursos que ofrece nuestra propia administración sanitaria regional, la cual, de seguir así, nos conducirá a corto plazo a un caos en el mantenimiento de la asistencia sanitaria, sólo y exclusivamente debido a la falta de personal y/o de financiación y a la incapacidad de gestión por parte de los propios responsables de Sacyl. A primera vista nos podría parecer excesivo el argumento de atribuir esta actitud de la administración, en tanto actitud de desidia y desprecio por sus profesionales, a una perversa intención que obedezca a un afán de empeorar la situación de la sanidad pública, de tal forma que a las clases medias y pudientes sólo les quede el recurso de echarse en brazos de la sanidad privada, pero las circunstancias que hoy estamos viendo y viv iendo nos aconsejan no desca rtar ninguna posible argumentación.

Cargando contenidos...