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León

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La sociedad actual está inmersa en un cambio acelerado de conocimientos y de procesos culturales y productivos. Eso hace que se requiera una formación más prolongada y más versátil, de forma que la persona sea capaz de adaptarse a las exigencias de cada momento y a nuevas situaciones. Hoy la educación permanente, a través de la educación de personas adultas, se ha convertido en una exigencia, en un reto y en una necesidad. Nadie puede negar el principio transformador que se otorga a la educación. Quien piense que ese principio es cuestionable, no hay duda que está alejado de la realidad; máxime, si somos conscientes que la educación es el principal camino para eliminar los desequilibrios y las desigualdades sociales. Durante muchos años hemos planteado otro principio evidente, aunque no han faltado detractores, y es que en el ámbito de la educación de personas adultas se manifiesta de forma continua el principio de reciprocidad: si bien es receptora de las posibles necesidades socioculturales a las que ha de dar respuesta, también debe fomentar, generar y desarrollar proyectos orientados a la participación y dinamización de la colectividad o del grupo al que va destinada. No es ningún secreto constatar aquí que la formación de las personas adultas es clave, y no menos decisiva, ya que se orienta a la consecución de la autonomía personal, a potenciar la autoestima, a propiciar la participación social, política, cultural y económica. Igualmente, dicha formación es clave en el plano laboral, desde el momento en que muchas de las ofertas formativas se encaminan a la creación de ocupación. Hay comunidades autónomas, como es el caso de Castilla y León, que han tardado en reaccionar y evolucionar varios años hacia una realidad evidente, como es la modalidad de oferta parcial en determinados ciclos formativos de formación profesional específica, orientados al alumnado mayor de dieciocho años; es decir, al alumnado propio de los centros de EPA. No podemos olvidar cómo desde la dirección general de FP no se admitía en la Ley de Educación de Personas Adultas la expresión «educación a lo largo de la vida», cuando era un término que en Europa se mantenía en toda la documentación referida a la educación continua. Hubo que esperar varios años para que «cayeran del burro» algunos políticos de segunda fila; precisamente quienes hoy admiten ese término en documentos donde ni siquiera encaja en muchas ocasiones. Cada vez es más común comprobar cómo se confunde lo que está de moda con lo hortera. Sin duda lo más triste es comprobar que desde la titularidad de algunas direcciones generales de formación profesional se reacciona tarde y una vez que se han visto los resultados en otras comunidades autónomas. Y si esa postura es apoyada desde las propias consejerías, estamos ante una pérdida injustificada de tiempo y ante una incompetencia reprochable. Cada vez más, los incompetentes dirigen estamentos de la educación que más que estamentos parecen estafermos. Y es que hay excesivos departamentos «bandurria» en algunas consejerías de educación. Jesús Salamanca Alonso (Valladolid). Después de casi dos años de pontificado parece claro que muy pocas personas gozan de la capacidad que tiene el Papa actual para expresar el sentido exacto de sus palabras, producto de una formación excepcional en el plano filosófico y teológico. Benedicto XVI expone sus ideas con todo rigor, gracias a su lucidez intelectual y elegancia literaria. Nada había ni hay en sus palabras que pretenda ofender a los creyentes del islam. Tal vez por ello, los organizadores de la manifestación en Estambul -plagada de ofensas hacia el ilustre visitante y hacia todos los católicos- han reunido apenas a 50.000 personas, cuando esperaban la concurrencia de más de un millón. Por lo que parece no es tan fácil manipular los sentimientos de una sociedad que ha tenido la oportunidad de demostrar ante el mundo entero su madurez democrática. No sería coherente aspirar al ingreso en la Unión Europea, donde se exige respeto y garantía de los derechos y libertades fundamentales, a la vez que se ofrece una imagen dogmática e intransigente. El pueblo de Turquía, en contra de algunos grupos radicales y de los propios gobernantes ha sabido estar al nivel que les corresponde. Enric Barrull Casals (Gerona). Julia (León; debate en la edición digital).

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