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Publicado por
J.F. PÉREZ CHENCHO
León

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HAY BELENES políticos que necesitan de una perfecta arquitectura. O los montas con el máximo rigor, coincidiendo todos los ajustes de forma milimétrica, o se te vienen abajo. Recomponerlos luego es casi imposible. A la presidenta del Partido Popular leonés, Isabel Carrasco, le han cautivado siempre los arquitectos. Pero jamás ha tenido en cuenta lo que les decía aquel catedrático a los estudiantes rezagados, o sea, a los que no aprobaban en junio: ¡Burros, menos mal que las casas tienden a no caerse! Isabel Carrasco está en plena faena para designar a los candidatos a corregidores de los municipios leoneses. Admitió a regañadientes que Mario Amilivia volviera a ser cabeza de cartel a la alcaldía de la capital. No era discutible la figura del segundo municipio provincial: Carlos López Riesco tenía el cién por cién de las papeletas. Pero de ahí hasta el pueblo más escondido entre valles y montañas, páramos y riberas, se exige dedicación, prudencia, tenacidad, conocimiento y manejar las certidumbres. Esas certidumbres que no admitió Mariano Rajoy en la visita a La Moncloa, pese a que les las mostraron en tecnicolor, no en blanco y negro. Ya se sabe que de cara a unas elecciones locales hasta los hijos de un dios menor se sienten capacitados para dirigir el ayuntamiento en el que viven. La nómina de aspirantes se reduce para sentarse en el Palacio de los Guzmanes, algo más para hacerlo en el de Fuensaldaña, y el cupo entra en cualquier tarjeta para batirse el cobre y obtener el terciopelo de diputado nacional o de senador. Bien, pues ayer la presidenta popular institucionalizó a dos nuevos candidatos. No lo son de dos municipios cualquiera, sino de suma importancia y transcendencia: el tercero de la provincia, San Andrés del Rabanedo, y el de Villaquilambre, llamado a tomar el sol en la cima provincial. Para San Andrés rescató a una dama desconocida. Vino a decir que era una inversión a largo plazo. Vamos, que ya da por perdido el tercer municipio de la provincia. Y otro tanto de lo mismo ha diseñado para Villaquilambre. El aparato orgánico había designado candidato, por unanimidad, a Manuel García. Los dos sobresaltos, fechados ayer en la agenda del PP son el epílogo al desencuentro con la ex presidenta comarcal azul, ya también ex vicepresidenta para el Bierzo de la Diputación, Fátima López Placer. Fátima también es menuda, pero con ovarios políticos. Fue la madre que fermentó las candidaturas bercianas en todos los pueblos mínimos. En la próxima campaña pasará factura. No lo hace antes, aunque podría, por lealtad personal a quien es alcalde de todos los alcaldes de la provincia en municipios menores de 20.000 habitantes. El belén político del PP leonés no acaba ahí. ¿Qué planos diseñará Carrasco en su particular arquitectura política para silenciar al díscolo portavoz de Villablino, José Luis Pastor? ¿Y en qué arquitectura basará su acción para que los pechos de ese auténtico león de piedra que es Astorga remanse su disgusto? Yo creo que en la precampaña electoral de las municipales va a acabar con los críticos. Dejará al PP leonés como dejó a Caja España en sus tiempos de consejera de Economía. Si la Caja resucitó fue de puro milagro.