RINCÓN ABIERTO
Moderna Esparta
EN LA Esparta clásica, nada más nacer, el niño espartano era examinado por una comisión de ancianos para determinar si estaba bien formado. En caso contrario, se le consideraba una boca inútil y una carga para la ciudad y se le arrojaba por un acantilado. Desde entonces las cosas han cambiado radicalmente y, en este momento, los países civilizados mantienen una política de protección a los minusválidos, que se inicia desde su nacimiento, tratando de potenciar al máximo sus capacidades y estableciendo subvenciones y ayudas para que puedan llevar una vida digna, pese a sus limitaciones. Sin embargo, se están dando situaciones de discriminación que recuerdan vagamente lo ocurrido entonces. Así, por ejemplo, los obesos lo tienen muy duro en esta sociedad. Nadie va a despeñarlos, pero intentan hacerles la vida imposible para que pierdan kilogramos y su índice de masa corporal se ajuste a los cánones de buena salud. La última puñalada trapera se la ha dado el gobierno chino que descartará a los obesos de las posibles adopciones de niños chinos. Dentro de poco veremos como a los obesos se les niega la asistencia sanitaria, ya que son propensos a padecer muchas más enfermedades que las personas de índice de masa corporal fetén. Algo similar está ocurriendo con los fumadores, que han de salir a la calle a fumar y el índice de neumonías por enfriamiento se ha incrementando considerablemente en este colectivo. Es una forma distinta de acabar con los fumadores, porque despeñarlos haría feo.