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León

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Sabido es que tiempos de Franco se esperaba a un campeonato mundial de fútbol o a la Copa del Generalísimo, para que el Consejo de Ministros aprobara alguna ley que iba repercutir de manera molesta a los ciudadanos, ya que un gran número de ellos era aficionado, con lo cual, estaban menos atentos a las demás problemas. En tiempos de Felipe González era sabido que en el mes de agosto salía alguna normativa para los centros de enseñanza de tal forma que si en los centros las directivas se tomaban vacaciones ese mes, cosa muy justa, le podía costar muy caro por no llegar a tiempo a cumplir con la nueva normativa. Seguimos igual, se ha esperado al puente o mas bien viaducto de la Constitución unida a la Inmaculada, para aprobar la asignatura de Educación para la ciudadanía, para que sus exigencias de obligatoria, de 50 horas por ciclo, de evaluable para becas pasen desapercibidas. ¿Dónde está la necesidad de esta asignatura que desde el principio se concibió como obligatoria en todos los cursos, sin conocer sus programas? ¿Quién es el artista que le ha puesto un nombre tan bonito «Educación para la ciudadanía» que hace pensar que se sabe de qué se trata cuando no se tiene ni idea de los contenidos? Porque la inmensa mayoría de personas de buena fe, que son muchas en nuestra nación piensan que se trata de educar al niño, para que deje pasar a los mayores antes por la puerta o que sepan ceder el asiento etc. Pero no, esta asignatura por lo poco que podemos saber de los programas debía llamarse «Formación socialista» porque va a ser una propaganda del pensamiento socialista respecto a la familia, persona, género etc. Por favor vamos a no jugar con la educación de nuestros jóvenes que ya vemos lo que está sucediendo : una exacerbada agresividad llevada hasta el homicidio en niños con otros niños, con los profesores, con los padres y estar a la cola de Europa en conocimiento como lo ha demostrado el informe Pisa. Lourdes Alejo (Madrid). A lo largo del fin de semana he ido conociendo detalles de la actuación de la directora de un Centro Público de Enseñanza de Mijas (Málaga) de prohibir y retirar el trabajo que habían realizado los alumnos y profesores (supongo que un grupo) para montar un belén en espera de Navidad. Mi primera reacción fue de sorpresa. ¿Cómo una directora que debe potenciar la libre iniciativa de alumnos y profesores en las actividades escolares, que se hacen en los centros, prohibía una? Más tarde leo que ha tirado a la basura el trabajo realizado y pagado por los alumnos, lo leo varias veces porque no puedo entender esa falta de respeto hacia unos niños o jóvenes que han trabajado en un proyecto con el que estaría ilusionados. ¡A la basura! ¿Por qué? Yo he trabajado 37 años en la enseñanza pública : con Franco, con la izquierda, con la derecha y jamás he vivido una actitud tan ofensiva, intolerante y poco educativa como esta. Luego, ante las críticas que ha recibido, la señora directora se ha justificado diciendo que podría (en condicional) ofender a otros alumnos o padres. O sea, que nadie se había sentido ofendido, que nadie había hecho la más mínima protesta, que su centro enclavado en el corazón de Andalucía, está lleno de jóvenes y padres que han visto un belén en sus casas desde siempre, que en su casa se celebra la Navidad como en la mayoría de los hogares andaluces y que participaran o no en la actividad, la han visto como normal. Tener unos principios, unas convicciones, unas creencias, es algo personal y la señora directora hace muy bien en tener las suyas, las que sean, a mí particularmente no me interesan, imponerlas a los demás es intolerancia, y, desde un cargo público, es sectarismo . Angela Díaz Alonso (Madrid). Con fecha 29 de diciembre, su periódico en la sección de sociedad publica la noticia «El 90,7% de los juicios por violencia hacia la mujer terminaron en condena» y más adelante en el texto se aclara que no se refiere a los 40.792 juicios, sino a 246 delitos muy graves. En ese caso la noticia tendría el efecto contrario «solamente tuvo condena judicial el 0,55 %. Lo que es lo mismo «el 94.5 de los enjuiciados» según este artículo no fueron condenados. Yo me pregunto qué hemos hecho los hombres buenos para que nos persigan y nos difamen tan gratuitamente. Sería justo que publiquen una aclaración. José Antonio Panera Bermejo (Pertenece a la Asociación SOS-PAPA para la custodia compartida en defensa de los intereses del menor). David (León.