Diario de León
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El pasado sábado 16 de diciembre, nuestras hijas, alumnas del colegio público Ponce de León, participaron junto a otros colegios en una exhibición de gimnasia rítmica, y ante las condiciones en que ocurrió, queríamos mostrar nuestro disgusto y desacuerdo. En primer lugar nuestras hijas se ven obligadas a entrenar los sábados a las nueve de la mañana, volviendo a madrugar después de toda la semana haciéndolo y ante nuestras quejas la respuesta ha sido, que así son las cosas y que no hay posibilidad de cambio en el horario. Aceptando con paciencia esta situación, el miércoles 13 de diciembre, con sólo tres días de antelación se nos avisa de que tienen que realizar una exhibición, cuando se había dicho que sería la siguiente semana, sin tiempo entonces de organizarse las familias para asistir y acompañar a las niñas, y teniendo que suspender algunos padres compromisos ya adquiridos. Una vez en el polideportivo nos encontramos que la calefacción no funciona, y las niñas aguantan con un leotardo y una simple camiseta desde las 10.00 a las 14.00 horas sentadas en el suelo o dando saltos para contrarrestar el frío. Se nos dijo que participarían a las 12.00, dos horas no es un simple retraso y en esas circunstancias. Una vez más no se cumplen los horarios. Ante las quejas de algunos padres, la respuesta de la responsable del acto es que ella no tiene la culpa de la falta de calefacción y que si no estamos de acuerdo, cojamos a nuestras hijas y nos las llevemos a casa. Ante tal desbarajuste, lo mínimo que nos mereceríamos las niñas, sus familias y las propias entrenadoras era el respeto a las horas de trabajo y a los esfuerzos realizados por parte de todos para que el acto se pudiera realizar. Nos parece una falta de respeto y mínima consideración invitarnos a marchar sabiendo que no vamos a querer disgustar a nuestras hijas, que pensarán que es un castigo que no merecen, más que una protesta. Nos gustaría que se haga el esfuerzo de organizar bien estas actividades así como mejorar las condiciones de entrenamiento y que nadie se atreva otra vez a invitarnos a marchar. Estas actividades son organizadas por nuestro Ayuntamiento al que todos sostenemos con nuestros impuestos, para que facilite a nuestros hijos las actividades deportivas y no para ofendernos. Jaime Soto Cadavieco y otras once firmas (León) El Gobierno ha determinado mejoras porcentuales en las pensiones de quienes deseen seguir trabajando a partir de los 65 años . Inexplicablemente, el Congreso de los Diputados concede a los sindicatos la facultad de autorizar a las empresas el cese -despido gratuito- de su personal de 65 años. Inexcusablemente, es el poderoso sector de la banca el primer beneficiado de este regalo sindical, tan urgente, que se firmó en convenio con anterioridad a la publicación en el BOE del acuerdo del Congreso que les autorizaba a ello, por lo que hubo de esperarse 30 ó 40 días a que lo convenido fuese legalizado, para poder publicarlo oficialmente. La coartada para los sucesivos retrocesos laborales del personal de banca es siempre la misma: Dar empleo a los jóvenes. La realidad es que se trasladan a la Seguridad Social que pagamos todos, los costes empresariales del personal de edad. Se priva a estos trabajadores de mejorar sus pensiones y se les causa además de daños económicos, un daño moral y vejatorio al discriminarles por razón de edad. Y por supuesto, no siempre se cubren con nuevo personal las bajas por jubilación. Y en las oficinas hay cada vez menos personal. Gloria de Membiela González (Palma de Mallorca).

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