San Glorio, leonés
Esta carta va dirigida a los presidentes de los dos grandes partidos políticos de nuestra querida España, a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno y a Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular. Llevo anotando en esta legislatura todos los discursos de estos dos presidentes votados por el pueblo español y he sacado la conclusión de que sus discursos son para criticarse uno a otro sin miramientos, para saber quién queda más alto, como si fuera un combate de boxeo. Y sus señorías, de ambas partes, aplaudiendo para dar más animación al circo. De pena y de vergüenza. Pero vamos a ver... ¿Ustedes creen que se les haya votado para que monten ese guirigay en el Congreso y en el Senado en sus discursos, prometiendo en las ciudades y pueblos solucionar nuestros problemas, que para eso les pagamos buenos sueldos y para que sólo se preocupen de discutir del poder y del dinero? Lo demás... agua de borrajas, ya lo decía el tío Eutiquio a sus hijos: «Hijos míos una cosa es predicar y otra dar trigo». Señor Zapatero, empiezo por usted. Cuando ganó las elecciones dijo que su prioridad serían las pensiones, esos cuatro millones de viudos, viudas y jubilados viviendo en la pobreza esperando el día 30 de cada mes, para comprar el pollo, el arroz, la botella de aceite, la barra de pan y la leche. Y no les da para más. Con 300 o 400 euros, pagan los impuestos de la casa y miren lo que les queda, pasar muchas necesidades. Dígaselo al señor Solbes que para él somos todos más ricos, que mire a ver si con 400 euros vive él y su familia. Lleva usted dos años en el Gobierno y siguen los mismos pobres y cada día más, porque los de Ali Babá no paran de subir los precios y nadie les dice nada. Pues a por ellos, que está de moda. Ay, ay señor Zapatero, usted está empeñado en arreglar casas ajenas fuera de nuestras fronteras, y tiene la suya llena de goteras. Qué razón tenía Cervantes cuando nos llamó Quijotes. Perdonando deudas... para que después se rían de nosotros como el amigo Morales, con su jersey y su cara de asustado y mira por donde se la pegó, casi como el famoso truco del tocomocho. Por eso es su deber y su obligación que todos los españoles sirvan para solucionar nuestros problemas que son muchos y graves. Tiene usted a toda la juventud casadera sin poder comprar un piso, tiene usted 4 millones en el umbral de la pobreza, tiene usted centros de salud comarcales que abarcan 40 ó 50 pueblos, con una ambulancia y mala, un sinfín de problemas, esa es su misión. Señor Mariano Rajoy, usted como presidente del Partido Popular que fue votado por 10 millones de españoles, tiene que hacer una oposición constructiva, controlar al Gobierno, ayudarle en sus errores, darle sugerencias en sus dudas, dialogar cuando surgen problemas de alto nivel y ser como una piña en la unidad de España y su defensa, contra el terrorismo, las mafias y las drogas. Esa es su misión y no la está cumpliendo. Siempre atacando en lo bueno y en lo malo, sin diálogo y buena disposición y claro así llegamos que con la vara que mides serás medido, así nos luce el pelo, de todos los gobiernos, que como los bueyes del tío Calixto que cada uno tiraba para un lado y acabaron rompiendo el carro. Carlos Fernández Valle (Madrid).