Diario de León

EL BALCÓN DEL PUEBLO

Cuatro reflexiones

Publicado por
JUAN F. PÉREZ CHENCHO
León

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SEGUÍ con suma atención el debate parlamentario del lunes sobre el terrorismo. Y he de hacer cuatro precisiones que, a mi juicio, ayudarán a clarificar el paisaje político de sombras. Primera cuestión: el debate en el Parlamento no debió celebrarse. Coincido absolutamente con lo manifestado por el portavoz de CiU, Durán i Lleida. De hecho, es el primer debate que se celebra tras un atentado etarra. El atentado lo cometió ETA. Y la banda no está en el Parlamento. Sin embargo, con las intervenciones de Mariano Rajoy parecía que el responsable del atentado era el Gobierno en lugar de ETA. Segunda cuestión: el presidente del Gobierno se vió obligado a pedir la comparecencia y dar explicaciones. Lo hizo con la mejor de las intenciones, como demostró reconociendo el error de haber sido tan optimista sobre la posibilidad del fin del terrorismo. Tercera reflexión: corrigiendo lo dicho por Mariano Rajoy, líder de la oposición, y por el presidente Zapatero, es cierto que todos los presidentes democráticos de este país en algún momento negociaron el fin de ETA. Pero no todos fracasaron. Hubo uno que tuvo éxito: Adolfo Suárez. Había entonces dos brazos tenebrosos de ETA y consiguió la amputación de uno, el político/militar, a cambio de medidas de gracia para sus presos y activistas, con la mediación del inolvidable parlamentario Juan María Bandrés y la hábil gestión del ministro Juan José Rosón. Tampoco es cierto que la actitud del PP sea nueva utilizando el terrorismo como arma afilada para desgastar al Gobierno. Esa falta de política de Estado empezó con José María Aznar en el año 93. Hay que resfrescar la memoria. En dicho año llegó a pedir la dimisión de Felipe González por el asesinato de Francisco Tomás y Valiente. También los leoneses pueden recordar cómo en el funeral del comandante Cortizo, en mañana heladora y víspera navideña, gente perfectamente reconocible, a la vera de la Catedral, llamó asesino al entonces ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch. A la unidad frente al terrorismo se volvió cuando el PSOE estaba en la oposición. Lo propuso y rubricó Rodríguez Zapatero. Y el comportamiento fue de absoluta lealtad. Pero esa unidad ha quedado liquidada cuando los populares pasaron a la oposición. Y cuarta cuestión: Es evidente que ETA ha roto totalmente la posibilidad de creer en ningún tipo de negociación, ni siquiera a medio plazo. Primero el atentado por sorpresa y después el comunicado, han dejado en evidencia al dirigente popular que dijo: ETA mata, pero no miente. Hemos vuelto a comprobar que mata y miente. En consecuencia, debe seguir sin ninguna distracción el combate del Estado de Derecho contra el terrorismo. Tiene que quedar muy claro a los presos que gracias a la continuidad del terrorismo ellos van a seguir en la cárcel. No habrá indulgencia. Y también ha de quedarle muy claro a la antigua Batasuna que gracias a la actividad terrorista van a continuar en la ilegalidad, sin poder presentarse a las elecciones, sin acceder a las instituciones y sin las subvenciones por votos recibidos. Es decir: que el plan alternativo no es otro que el de la aplicación de la ley. Para eso hacen falta pocos paripés. Quien quiera estar con el Gobierno tiene motivos suficientes. El que quiera hacer del terrorismo un arma electoralista, pues allá él con su responsabilidad.

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