Diario de León

CUARTO CRECIENTE

Los amigos Chávez y Ahmadineyad

Publicado por
YASHMINA SHAWKI
León

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¿QUIÉN hubiera dicho que el alegre y dicharachero Hugo Chávez tendría a bien convertirse en amigo del también «verboso» aunque más siniestro Mahmud Ahmadineyad? Las estrategias políticas internacionales han cambiado tanto que, países tan distantes y distintos como Venezuela e Irán, se han convertido en aliados. Pero es que la globalización y, sobre todo, la cuenta de resultados, tiene estas cosas, favorece extrañas relaciones internacionales. En primer lugar, ambos son grandes productores de petróleo y precisan que los cuantiosos ingresos que obtienen no sólo se mantengan sino aumenten. Dado que las reservas empiezan a menguar han acordado reducir el suministro para provocar una subida de los precios y, por lo tanto, de los beneficios. Juntos suponen una cuota tan importante dentro de la OPEP que, mucho nos tememos que no les costará institucionalizar su voluntad, por otra parte, coincidente, seguramente, con la del resto de los socios. Curioso que una pauta de índole tan «capitalista» sea utilizada por quien se define como «socialista». En segundo lugar, ambos países tiene un enemigo común contra el cual luchar unidos y sin cuartel, Estados Unidos, y no porque éste país tenga una clara vocación «imperialista», que la tiene, sino porque, ésta, choca con las aspiraciones expansionistas del venezolano y del iraní. Si Chávez aspira a convertirse en el líder de la «Internacional Bolivariana», controlando los países más pobres de Sudamérica, Ahmadineyad busca contrarrestar la influencia de los países sunnitas más ricos de la Península Arábica extendiendo su «República Islámica» chiíta. Chávez ha hecho lo que ha podido para provocar al rico vecino del norte, apoyando de forma decidida a la Cuba castrista y las veleidades con la energía nuclear de Ahmadineyad, mientras el persa ha hecho lo propio financiando a Hamás en el Líbano y Palestina. El futuro de esta alianza se presenta incierto, sin embargo, recuerda tanto a otras del pasado que, a uno le da miedo considerar que alguno de estos «populistas» sea capaz de pulsar el botón del desastre mundial.

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