I+D+i, un problema sin solución

CATALUÑA, la comunidad autónoma más europea y preocupada por el desarrollo tecnológico, ha dado por enésima vez la voz de alarma sobre la mala situación de la investigación en España. La prensa catalana informaba editorialmente hace unos días de que mientras Alemania registra unas 25.000 patentes al año, España apenas supera las 1.200. El Gobierno es consciente de la gravedad de la situación y por ello ha incrementado en un 30% la partida presupuestaria destinada a investigación y desarrollo. Pero, con claridad, este esfuerzo no es suficiente: hay que actuar también sobre la Universidad, su estructura docente y administrativa, su ubicación en el seno del sistema social. Sin remediar esta obsolescencia, el problema de fondo no tendrá solución.