TRIBUNA
San Glorio y el cambio climático
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés), constituido por más de 2.500 científicos y organizado por Naciones Unidas, revelan en sus informes la reducción de nieve en el mundo: el retroceso de los glaciares ha aumentado el nivel mar unos 0,5 milímetros al año entre 1961 y 2003 y unos 0,8 milímetros al año entre 1993 y 2003. Además, la nieve en abril en el hemisferio norte ha descendido un 5% entre 1966 y 2004. El Ártico pierde cada década desde 1978 un 7,4% de su superficie helada en verano. Por tanto una de las grandes afectadas por el cambio climático son las estaciones de esquí. En las misma línea confluye los documentos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), estamento de cooperación internacional compuesto por 30 Estados y uno de los foros mundiales más influyentes, cuyo objetivo es establecer orientaciones sobre temas de economía, educación y medioambiente. Los estudios de la OCDE alertan que el 40 % de las estaciones invernales de los países europeos desaparecerán con toda seguridad en los próximos 40 años. Subrayar que el incremento de temperatura de 1º C, equivale a 150 metros más el nivel de altitud a partir del cual el estado de la nieve natural es suficiente durante al menos 100 días al año. Este límite máximo está actualmente situado en 1.200 metros para Suiza y las regiones fronterizas francesas. Para las zonas más meridionales, como los Alpes Marítimos, sube a 1.500 metros. Entre los países más amenazados, Alemania, donde una subida de temperatura de 1ºC bastaría para hacer caer el 60% el número de estaciones beneficiadas de un estado de la nieve natural suficiente. Austria, donde el 4,5% del PIB proviene del turismo invernal, quedaría igualmente afectada. En el caso de España, y teniendo en cuenta su menor latitud y altitud media, la consecuencia es que será difícil mantener coberturas de nieve suficientemente estables en cotas inferiores a los 2.000 m. El recurso de los cañones de nieve, supone un importante impacto, ya que requieren mucho agua y energía eléctrica, y tiene una incidencia sobre los paisajes y ecosistemas acuáticos. La actual temporada en los Alpes está siendo la más floja de toda la historia. Así en los estados centroeuropeos se están reconvirtiendo el modelo de turismo invernal en reducir o eliminar la dependencia de la nieve. En nuestro país el panorama era desolador a fecha de 21 de enero ya que de las 45 estaciones de esquí españolas (22 estaban cerradas, 3 estaban en uso turístico y en los 20 complejos invernales abiertos la media de pistas esquiables sólo alcanzaban el 35 % con escasísimos espesores de nieve). La estación de San Isidro ha sumado ya más jornadas cerrada que abierta del calendario oficial de la temporada 2006/2007. Así, únicamente ha podido mantener en marcha sus instalaciones durante 21 días, frente a los 35 que han estado paralizadas por falta de nieve. Esta circunstancia ha provocado, que el enclave invernal haya dejado de contabilizar 130.000 usuarios y sumado pérdidas millonarias en ingresos en taquilla, hostelería, alquiler de esquís y, en general, en todos los negocios cuyo principal motor es la nieve. Durante este periodo estuvo parcialmente en servicio las zonas del Cebolledo y Requejines gracias a la innivación artificial de los cañones de nieve y nunca llegó a disponer de más de tres kilómetros de superficie esquiable de los casi 24 que posee. La Plataforma en Defensa de la Cordillera Cantábrica ha elaborado un estudio en el que pone de manifiesto el «fuerte déficit» que acumularon en 2005/2006 las estaciones de esquí de San Isidro y Leitariegos, a pesar de que ambas batieron su récord histórico de usuarios. Así entre San Isidro y Leitariegos las pérdidas alcanzaron 2,1 millones de euros, Los ingresos derivados no cubren, en absoluto, los costes de funcionamiento, tanto variables como fijos. Después de estos elocuentes argumentos parece increíble que la administración autonómica y provincial, sigan apostando irresponsablemente por la estación de esquí alpino de San Glorio inviable económicamente y ambientalmente desde todos los puntos de vista. La decisión de la Junta de modificar el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de Fuentes Carrionas y Fuente de Cobre que impedía la construcción de esquí alpino en este espacio natural ha supuesto la presentación por parte de las organizaciones conservacionistas de varios contenciosos administrativos y quejas comunitarias ante la UE. La empresa privada Tres Provincias no satisfecha co n la desprotección del espacio natural, van más allá y entrega alegaciones al proyecto de decreto del Plan de Recuperación del Oso Pardo en Castilla y León para que se eliminé la zona crítica de refugio A-8 que engloba el sector Vargas, Frión y Gustalapiedra justo en la zona de de conexión con Palencia, donde le proyecto invernal tiene revistos 7 kilómetros de pistas de esquí. Hay que recordar que el oso pardo es la especie europea que más dinero recibe a través del programa Life (7,2 millones de euros en diez años). El citado plan de recuperación del plantígrado elaborado por la Junta y en la actualidad en periodo de resolución tiene entre sus objetivos: recuperar la montaña oriental leonesa como núcleo reproductor, mejorar el hábitat favorable para la especie, asegurar la conectividad entre las poblaciones y promover la expansión de las áreas reproductivas. Resaltar que el entorno de San Glorio aportó en 2005-2006, 2 grupos familiares de osas con crías: de 3 y 2 oseznos respectivamente. Resulta paradójico las contradicciones del Consejería de Medio Ambiente apoyando 50,6 km esquiables y 22 de ellos con cañones, 3.700 plazas de aparcamiento, kilómetros de carreteras asfaltadas y de tendidos eléctricos donde la propia administración cataloga el área como crítica de especial protección para la especie (núcleo reproductor, corredor biológico, oseras invernales) y que anualmente registran el mayor número de indicios ursinos por kilómetro recorrido en el Parque Regional de Picos de Europa. Por otro lado representa esperpéntico que la Diputación de León saqué a exposición pública los proyectos de acceso a los valle del Naranco y Lechada cuando todavía no está presentada toda la documentación del proyecto de estación invernal y no se ha producido la declaración ambiental. Estas precipitadas medidas no representan más que una actuación puramente electoralista. Subrayar que después de 20 años de la construcción del pantano de Riaño, los habitantes del Alto Esla han sufrido el más absoluto abandono en cuanto a dotación de centros sanitarios y escolares, infraestructuras, comunicaciones por carretera. Ahora se pretende compensar con un megaproyecto erróneamente diseñado y mal planteado que hipoteca el futuro de los municipios con el recurso de la nieve de escasa fiabilidad y nula rentabilidad y cuyo objetivo real es la especulación urbanística desmedida. Desde aquí pedir a las administraciones competentes y a los empresarios que cumplan con la legislación y que opten por proyectos de desarrollo sostenible tales como esquí de travesía y de fondo, turismo rural, aprovechamiento deportivo y de ocio del embalse de Riaño.