Agradecido con el 112

Desde la postraci ón a que me ha sometido la gripe, solicito la publicación de estas líneas no sé si como réplica o en contestación al artículo de tan mal estilo de Verónica Viñas. Somos conscientes de que esa persona, por sus circunstancias que todos conocemos, no puede soportar cualquier iniciativa o propuesta que anuncie el alcalde de León. Y menos una tan novedosa y positiva como es el hermanamiento con otra ciudad, Córdoba, cabeza de reino como lo fue la nuestra en el Siglo X. ¿La idea? Buena. ¿Beneficiosa para ambas ciudades? Por supuesto. ¿Puede suponer un afianzamiento de la ciudad de León como un referente histórico turístico? No podemos dudarlo. Pero algo hay que hacer para ensombrecer esta iniciativa tomada por el alcalde. ¿Qué podemos alegar, se preguntan mentes retorcidas? Primer insulto. Personas que presumen de tolerancia y concordia dudan del éxito de la empresa por ser sus dirigentes de distintas ideologías políticas. Es la grandeza que tenemos la gente de derechas y más políticos como Mario Amilivia que no tiene empacho en trabajar y colaborar con quienes pueden aportar beneficios a su ciudad. No sólo no ve obstáculos sino que lo hace feliz y entusiasmado sin juzgar ni calificar las legítimas ideas de sus colaboradores. Y en ese ambiente de buena voluntad que va a existir entre las partes para sacar esta empresa adelante no harán falta gominas ni pegamentos, solamente algún caldero con lejía con una fregona para limpiar y eliminar las manchas y chinitas que quieran interponer en el camino las m entes maliciosas. Segundo insulto: Iznogoud. Comparación que refleja también el espíritu torticero e irrespetuoso de quien la hace. Y subrayo a intención el término de falta de respeto porque aunque no sea un alcalde de su gusto, su compañera está comparando al alcalde de Leon elegido por los leoneses con un estrambótico y ridículo personaje cómico, protagonista de aventuras imaginarias. Aunque le duela: el alcalde actual es el que por tercera vez han elegido los leoneses, y esperamos que le ratifiquen otro mandato, pese a las campañas en contra que vemos venir de la pluma de su colaboradora. Seguimos con los improperios?;-hablamos de los soplos?- «Que le han soplado» Está muy equivocada. Nadie le sopla nada. Como buen gobernante, sabe rodearse de buenos consejeros con quienes trabaja y proyecta. Una última consideración: nuestro alcalde no necesita ni reinos ni califatos. Su ciudad merece (que también es la suya, gobierne quien gobierne) el título de reino y más. Pero él solo quiere ser alcalde de León. Mª Carmen Santos Rodríguez. ( León). Fernando Sutil Alonso (León).