Diario de León

EL BALCÓN DEL PUEBLO

Viva el vino

Publicado por
JUAN F. PÉREZ CHENCHO
León

Creado:

Actualizado:

EL PRESIDENTE del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió ayer en la Cámara Alta a las preguntas de los senadores. Además de poner ajo a los aguijones del portavoz popular, Pío García Escudero, sobre la política antiterrorista -una obsesión enfermiza en las filas conservadoras- aprovechó la ocasión para rotundizar: No habrá una legislación que impida la publicidad del consumo de vino. Celebré su intervención pidiendo un Señorío de Nava, crianza por favor, en cuyas libretillas tomo apuntes desde hace años. Lo hice de forma excepcional. Soy abstemio absoluto antes de almorzar. Después me aplico bien. Lo que no se tocó, porque todo lleva su trámite, fueron las interrogaciones de Isabel Carrasco, senadora y presidenta popular leonesa, bajo el título «la gran mentira del Plan Oeste» para la comunidad autónoma. La derecha todo lo sublimina. La «gran mentira» que denuncia Isabel Carrasco se parece mucho a la «Gran revancha», libro agónico, precipitado, sectario y deplorable por su falta de rigor científico, escrito por los periodistas Carlos Dávila e Isabel Durán. Me incluyen en la bibliografía y no se lo agradezco. Se trata de un nuevo puntazo para desmitificar la figura del abuelo, capitán Lozano, y de paso, a su nieto, al que suponen masón, inconsistente y radical. Pero volvamos al vino. La declaración de ZP, en la práctica, desautorizó las pretensiones de la ministra de Sanidad, Elena Salgado. Ésta, indudablemente con las mejores intenciones, se ha aficionado a la prohibición de todo lo que considera modos de vida poco saludables. Otros lo llamarían perseguir vicios. Primero fue el tabaco y ahora son las bebidas alcohólicas en general. Lo cierto es que existe una determinada tendencia, en la sociedad y en las administraciones, a mostrarse intolerantes y prohibicionistas, en lugar de educativos y ejemplarizantes. La ministra Elena Salgado es un buen ejemplo de esas características. Su técnica ya está probada. Normalmente adelanta unos datos estadísticos rigurosamente ciertos. Por ejemplo, sobre el aumento de la obesidad. Pero, acto seguido, la conclusión que saca es que los jóvenes no deben comer grandes hamburguesas o que no se debe hacer publicidad de ellas. Todas las administraciones han de hacer esfuerzos para persuadir a los ciudadanos de los malos hábitos de consumo. De acuerdo. Pero no dejaría de ser absolutamente estrambótico que un país mediterráneo, que presume de la dieta más saludable del mundo, considerara al vino sólo una bebida alcohólica, sin tener en cuenta el resto de los componentes gastronómicos, culturales, económicos y de todo tipo, que tanto en España como en Francia, Italia y Portugal acompañan al vino. Celebro, pues, que Rodríguez Zapatero haya cortado de raíz la polémica en su intervención de ayer en el Senado. Dejó claro que el proyecto de ley tendrá que ser consensuado por todas las partes interesadas. La próxima vez, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, tendrá que pensarse dos veces sus iniciativas. O recopilar una bibliografía más densa. Noé fue el primer vinatero, a Cristo le gustaba el vino, el doctor Sáez se lo recomendaba a sus pacientes, y casi anteayer mismo, Manolo Escobar cantaba lo de «viva el vino y...».

tracking