TRIBUNA
La grandeza del Partido Popular de León
LA GRANDEZA del Partido Popular de León está en las personas que integran esta formación política. Hoy, más de 11.000 hombres y mujeres están comprometidos con el proyecto del PP en esta provincia, porque compartimos ideales y sabemos que las cosas se pueden hacer bien y hemos demostrado que sabemos hacerlas bien. En poco más de tres meses tendrá lugar las elecciones autonómicas y municipales, donde los ciudadanos deberán valorar la gestión de cada uno y conceder la confianza o no, de nuevo. Para este cometido, el PP de León, del que yo me siento orgullosa de presidir, ya tiene preparada la maquinaria electoral. No hemos querido dejar ni un solo rincón de la provincia sin que haya un equipo de personas del Partido Popular dispuestas a dar lo mejor de sí mismas con el único objetivo de favorecer los intereses y las necesidades de los ciudadanos. Son nuestros 211 candidatos, acompañados por los concejales y los presidentes de las juntas vecinales, que juntos componen un complejo puzzle de más de 4000 personas. En primer lugar, no puedo menos que dar las gracias, a todos y cada uno de ellos, por estar ahí, por comprometerse, por luchar, por trabajar sin descanso, por estar al lado de todos los vecinos... a todos, gracias. El Partido Popular de León es un partido vivo y cada día está más vivo. Es un partido dinámico que afronta el futuro con ilusión y de forma colegiada, un partido donde ahora más que nunca, se dejan a un lado personalismos, porque debemos estar unidos y trabajar sólo y exclusivamente pensando en el ciudadano y en lo que precisa. Es probable, que muchos no hayan visto cubiertas sus aspiraciones, pero ahora, debemos trabajar juntos en un proyecto común, el proyecto del PP. Ahora, con nuestros candidatos, cuando se ha engrasado toda la maquinaria electoral y poco a poco comprobamos que funciona, y que funciona bien, quiero, como presidenta, pedir a los 116 alcaldes que ahora gobiernan y que muchos repiten experiencia, que se esfuercen por mejorar los resultados y aquellos, que por primera vez, afrontan unas elecciones bajo las siglas del PP que sepan que estarán en todo momento respaldados por un buen equipo de personas y que nadie en el Partido Popular, se va a sentir sólo. Nos avala nuestra gestión en aquellos lugares donde gobernamos, nos avala la gestión que ha hecho la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial, nos avala la forma de gobernar pensado en el ciudadano, ya lo demostramos cuando gobernamos España. Fue cuando León creció, se convirtió en un lugar estratégico del noroeste de España, se construyeron infraestructuras necesarias para el desarrollo de esta provincia, prueba de ello, es la León-Benavente, la autopista León-Astorga, la León-Burgos, se pusieron las bases de desarrollo del Aeropuerto, de la Variante de Pajares... Todo eso, tristemente se paró, con la llegada de un leonés al Gobierno de la Nación. Y eso es lo más indignante, que sea un vecino, un político de la tierra el que la ha traicionado. Decía «seré para León, lo que Felipe González fue para Andalucía». Aseguraba, «haré honor a la palabra dada». Repetía «no os voy a fallar». ¿Qué hacemos con todas esas consignas electoralistas? ¿Qué respeto otorgan ahora muchos ciudadanos que votaron pensando que un Presidente del Gobierno haría grandes cosas por su tierra? ¿Qué tenemos después de tres años de gobierno socialista? Por aquí, han desfilado los Ministros sonrientes que les hemos recibido y les recibiremos con los brazos abiertos porque somos personas hospitalarias, pero no crean ustedes que somos tontos, ni conformistas. No debemos olvidar, y no nos cansaremos de recordarlo y reivindicarlo, que nos prometieron una eliminación de los peajes, que nos prometieron más de 1500 puestos de trabajo en el Inteco, más de 8500 en el Ciemat, nos prometieron un AVE en 2008, una autovía a Valladolid en 2009, un impulso a San Glorio, un Lyda en Astorga, una autovía entre Ponferrada y Orense y otra, entre Ponferrada-La Espina, los paradores de Villablino y de Vega de Espinareda, las viviendas sociales, el Palacio de Congresos, el Plan Oeste... ¿dónde están todas estas promesas que asumieron y que las que ahora han dado la espalda? No cejaremos en nuestro en empeño de seguir exigiendo. No podemos comprender cómo después de tres años sólo en papel mojado se sostiene todas estas promesas. La decepción es la palabra que caracteriza y define la gestión de este Gobierno y lo que eran expectativas se han convertido en fraudes. Esta legislatura se agota y las urnas tienen la última palabra. Pero los leoneses son personas listas, inteligentes que prefieren la seriedad frente a las falsas promesas y los engaños. Creo firmemente que nos debe un respeto y le pedimos desde aquí al PSOE de León que deje de estar sumiso, que los ciudadanos están por encima, muy por encima de las directrices de un partido y de un gobierno sin rumbo. Nuestros candidatos, los candidatos del PP deben luchar por sus municipios con realidades. Hay que ser consecuentes en prometer lo que se pueda cumplir, lo que sea mejor para los ciudadanos, aunque eso nos suponga un esfuerzo para explicar que nosotros hacemos políticas de hechos, políticas ambiciosas, pero realistas. Hablamos de proyectos factibles y no vendemos engaños. Vamos a ser claros, contundentes, cercanos, vamos a ser nosotros mismos, porque tenemos valores, ideales, ideas, ilusión, ganas, energía, empuje, esperanzas, porque tenemos futuro.