EL REINO DE LA LLUVIA
El vino que tiene Asunción
YA LO recuerda, ¿no?. El vino que tiene Asunción no es blanco, ni tinto, ni tiene color. Pero tiene alcohol, como tienen todos los vinos. Y los menores no deben de tomar alcohol. O lo que es lo mismo, los niños no deben de tomar vino. Así que no saquemos las cosas de quicio, ni empecemos con la industria nacional, la imagen y los puestos de trabajo. Porque la discusión es otra, aunque la señora ministra lo haya enredado todo. Elena Salgado, va a pasar a la historia de España como una de las catástrofes que de tiempo en tiempo asolan el país. No da una del derecho, ni del revés. Ignoro si ha atinado en alguna de sus decisiones, pero si lo hizo ha sido por azar. Porque cuando tenía que ser dialogante se puso insoportable, y ahora que tenía que ponerse seria, se ha reblandecido. La ley antialcohol que la señora ministra ha tirado a la papelera es una muestra de cómo se hacen las cosas. Como esta decisión puede perjudicarles electoralmente, pues es mejor que los niños sigan nadando en vino; es decir, en alcohol. La señora ministra plantea siempre las cuestiones fuera de la racionalidad y la cordura. Con la disculpa de proteger a los menores trató de atornillarnos a todos. A los que beben, a los que no beben, a los que se emborrachan y a los que tocan la bandurria. Tanto que, por ejemplo, en el anteproyecto se nos impedía a usted y a un servidor tomarnos una copa de Albariño en presencia de un menor. Lo que no deja de ser una memez. Y no sólo eso, sino que confundió el reserva con el don simón y la denominación de origen con las uvas pasas. Así que tan allá quiso ir la señora ministra que al final ha tenido que dar marcha atrás. ¿A quien ha perjudicado la ministra con su obcecación? Pues a los chavales que podrán seguir tumbados por las aceras, cantando el vino que tiene Asunción que sí que es bueno, aunque tiene alcohol.