Música de pasodoble

SUENA música de pasodoble en España en honor de Mario Amilivia. Un grupo de fans le han grabado el himno electoral para las próximas municipales. El corregidor, que aspira a la reelección, está feliz pese a no cantar sus excelencias con música tradicional leonesa, a la luz del cigarro o siendo todos de León y contentos de ser de aquí. Me ha decepcionado que en la batería no actuara su cuñado, Tuti, un virtuoso. Si lo que pretendían los fans de Amilivia era un golpe de efecto, lo han logrado, aunque a mí, personalmente, me deje frío. En política es valioso el que hablen de uno, aunque sea bien. Lo que no ha conseguido es restar protagonismo a la visita del presidente Rodríguez Zapatero. Fue su enésima visita a León. Y en esta ocasión, también a Ponferrada, en la que el gran profeta de la bufanda sólo vio un gesto para captar votos, no el CO2 para purificar el ambiente. Sigue en primera línea de debate político la visita, con sus nuevos proyectos. Una visita que ha vuelto a irritar al PP y a la Junta. Además de los intentos de rebajar a nivel testimonial la presencia de Rodríguez Zapatero en León, el propio secretario regional de los populares, Fernández Mañueco, habla de desfiles de modelos y se muestra descontento con las visitas que hacen a Castilla y León los miembros del Gobierno y su presidente. Es decir: Fernández Mañueco puede estar toda la semana quejándose, porque según él, el Gobierno olvida a Castilla y León, y el fin de semana también se queja porque los miembros del Gobierno visitan León. Se digiere mal. Rodríguez Zapatero anunció la creación de un centro nacional para gestionar las multas de tráfico. No es un proyecto novedoso. Ya existe en varios países europeos. Pero es otra columna para sostener al Inteco. Son ya muchos los pilares que invitan a no ver el futuro del Inteco como al humo de las chimeneas diluyéndose sobre los tejados. Por otro lado, la presentación que se hizo de las líneas férreas con la llegada de la Alta Velocidad, tiene componentes. Y están profundamente ligados. El primero es la llegada de un medio de transporte moderno que reducirá el tiempo a Oviedo a 35 minutos, y a Madrid a hora y media. El segundo componente, que no se debe olvidar, es que el soterramiento y la construcción de la nueva estación va a dar lugar a una transformación de León y de San Andrés del Rabanedo que hará a ambas ciudades, en buena medida, irreconocibles. Por otro lado, se siguen dando pasos, unos más largos y ágiles que otros, tanto en el proyecto de la Ciudad de la Energía en Ponferrada, como en el Inteco en León. De lo que nadie puede dudar es que, con algunos errores, el Gobierno tiene puesto todo el empeño en sacar adelante ambos proyectos, aunque sea sin música de pasodoble. Y antes de entornar los cuarterones del balcón es inevitable comentar la aparición de un nuevo actor en la obra de la Opa de Endesa. Se trata de la italiana Enel, que ha adquirido el 10% de las acciones. Es la sorpresa de la semana. Cuando todo parecía decidido a favor de la alemana E.On, ha salido otro conejo de la chistera. A este paso, todavía no sabemos cuántos conejos quedan. De lo que no cabe duda es que Endesa es mucho toro. Y ya se sabe lo que dicen los taurinos: hasta el rabo, todo es toro.