Una sola historia

POR PRIMERA vez, alumnos de secundaria de Francia y de algunas regiones de Alemania estudian este curso académico con un libro común la historia de Europa. Cada capítulo está escrito por dos historiadores, uno francés y otro alemán, que aportan sus respectivas visiones. Con este referente, la presidencia alemana aspira a ampliar esta iniciativa a toda la UE: un libro de historia común para los estudiantes de los 27 Estados miembros. Ni que decir tiene que nuestro país tiene que adherirse a esta iniciativa, pero antes tendrá que resolver su propio problema interior: también aquí sería muy aconsejable que las diecisiete comunidades autónomas lograran acordar una sola historia, tarea difícil pero no imposible, que el Ministerio de Educación debería impulsar.