Diario de León

CON VIENTO FRESCO

Una cruz en las Edades

Publicado por
JOSÉ A. BALBOA DE PAZ
León

Creado:

Actualizado:

CON BUEN criterio, cuando en 1723 los monjes de San Pedro de Montes rehacen la ermita de la Santa Cruz, en la montaña, a un tiro de piedra del monasterio, empotraron en el imafronte, encima de la puerta de entrada, los restos de otra edificación anterior, del año 905. En ese año san Genadio, tras restaurar el monasterio fructuosiano, hizo lo mismo con un pequeño oratorio que en el siglo VII levantara Saturnino, discípulo de san Valerio, en el lugar en el que frecuentemente oraba san Fructuoso, probablemente cristianizando la cumbre de un monte donde los paganos ofrecía sacrificios a sus dioses. De esos restos, alguno con cierto aire visigótico, la cruz patada y la lápida fundacional son de extraordinaria interés artístico e histórico. Aquélla por que relaciona la ermita con la monarquía asturiana, ésta porque certifica a quién estaba dedicada y la fecha en la que se construyó. Sin excesivos contratiempos, más que la incuria del tiempo, en ese lugar permanecieron tales restos casi trescientos años. Hace unos días el párroco de San Pedro de Montes, don Antolín de Cela, informó a sus feligreses de que dichas piezas serían expuestas en la exposición de la Edades del Hombre que, a partir de mayo, se celebrará en Ponferrada, añadiendo además que, para su futura conservación, se haría una réplica que se colocaría posteriormente en la ermita. Unos días más tarde, una de las piezas, la lápida fundacional, era sustraída con nocturnidad y alevosía. El sacerdote, acertadamente, creyó mejor no denunciar el robo inmediatamente, pensando que el autor del mismo reflexionaría y la devolvería. No hay que ser un Sherlock Holmes muy avispado para intuir que la pieza la sustrajo alguien del pueblo, alguno de los que se negaron en 1990 a que se expusiera en las Edades del Hombre de Burgos. Denunciar el robo a la policía puede ser la manera de que la pieza no aparezca jamás. Como siempre, los que menos interés tienen por la cultura y el patrimonio son los que más han gritado. Es obsceno ver cómo se desgañitan algunos políticos, como se lanzan acusaciones mutuas cuando el interés de algunos, los que más chillan, es sólo instrumental. Lo que más me indigna es toda esa basura que, en internet, han escrito anónimamente algunos majaderos y caraduras. Los que en su vida han visto un cancel visigótico, una cruz asturiana o el interior de una iglesia, se dan golpes de pecho como los fariseos, acusan a la Iglesia por no proteger su patrimonio e insultan a Antolín de Cela que es, sin el menor asomo de duda, el hombre que más ha hecho y está haciendo por la cultura y el patrimonio del Bierzo, como atestigua el premio Ciudad de Ponferrada. A él se debe la revista Bierzo, la principal fuente de conocimiento histórico de ese patrimonio; a él los numerosos libros publicados por la institución Ana Torres, que preside, y también a él la restauración de iglesias y monasterios, entre ellos el de San Pedro de Montes. No sé si aparecerá la pieza sustraída antes de la inauguración de la exposición, aunque me gustaría (redacto la ficha de esa pieza para el catálogo). Si sé que las Edades del Hombre serán un acontecimiento con amplias repercusiones. Algunos no se han enterado de lo que significan. Durante varios meses más de 2.500 personas visitarán la ciudad cada día y los fines de semana lo harán siete u ocho mil. Probablemente se supere el medio millón de visitantes, lo que redundará en beneficio de la hostelería y del conjunto del comercio de la ciudad y de la comarca. El ayuntamiento de Ponferrada lo sabe y está poniendo todos los medios para que salga lo mejor posible; el resto de los alcaldes debería hacer lo mismo porque también sus efectos llegarán a sus municipios. Buena parte del éxito se deberá a Antolín de Cela, quien ya prepara su continuación con actos programados para 2008, centenario de la proclamación de la Virgen de la Encina y centenario también de la propia ciudad, declarada con tal título en 1908.

tracking