TRIBUNA
San Glorio: Caballo de Troya
HACE YA 2.000 años los habitantes de las tierras del Alto Esla resistieron los sucesivos intentos de dominación romana. Los historiadores nos cuentan que tras un largo e infructuoso asedio, fue la construcción de adecuadas vías de comunicación el arma que dio la victoria a los conquistadores romanos. Por ellas introdujeron, primero los ejércitos y después la evolución y el futuro. Por vez primera aquellas recónditas montañas quedaron comunicadas con las llanuras de la meseta y con el mar Cantábrico. 1.900 años después aconteció el segundo gran proyecto para poner en valor las ricas y codiciadas tierras del Alto Esla. El Gobierno español dirigido por la Reina Isabel II, con un enorme esfuerzo de inversión, construyó la conocida como «carretera de Las Arriondas» que comunicaba el pueblo de Sahagún, en León, con el asturiano de Arriondas. Poco después la carretera nacional desde León a Santander por el puerto de San Glorio, completó unas comunicaciones que pusieron a la montaña de Riaño en un nivel acorde con la potencia económica que entonces tenía y que conservó hasta los años 60. Históricamente los grandes proyectos que afectaron a la montaña oriental leonesa sirvieron para beneficio de todo el país e hicieron de la montaña de Riaño una de las más prósperas y renombradas comarcas de toda la montaña española. Esta prosperidad acabó bruscamente cuando el anterior régimen, hace 50 años, la sentenció a muerte y hace 18, ya en democracia y aprovechando su situación agonizante, se la sepultó para siempre bajo las frías aguas del pantano. Esta brutalidad se justificó con razones de «Interés Nacional» impuestas por el Gobierno Central y bendecidas por la Junta de Castilla y León. El Gobierno Central hace ya muchos años que dispone de la máxima arma legal para ejecutar proyectos controvertidos: declararlos de «Interés Nacional» como justificación última e inapelable. Este arma ya fue aplicada sin miramientos y sin compensaciones a la montaña de Riaño. La autonomía que hoy nos administra no iba a quedarse atrás. Imitando al todopoderoso Gobierno Central una vez aprobada la nueva ley de proyectos de «Interés Regional» se apresura a aplicarla, de nuevo, a la montaña de Riaño ahora para proteger el proyecto castellano que reclama el área de esquí leonés de San Glorio. Inicialmente todos los partidos apoyan esta declaración que aparenta un rayo de esperanza para la montaña leonesa, pero los planes de la Junta de CYL son otros: Como el área esquiable pertenece a los pueblos leoneses de Portilla y Llánaves y ya están cedidas a la Diputación de León como garante de los intereses leoneses, se apresuran a modificar dos leyes recientemente aprobadas: «La ley que establece las normas de protección de la montaña palentina para poder construir el antes prohibido acceso palentino al área de esquí leonesa y¿ «La de proyectos «de Interés Regional» para permitir a la Junta de CYL anular cualquier compromiso, cesión o licitación que afecte a un proyecto previo a su declaración como «de Interés Regional». Esta reciente modificación, de diciembre de 2006, dejará sin efecto la cesión del área de esquí que los pueblos leoneses hicieron a la Diputación leonesa. Hoy, después de muchas promesas no cumplidas de compensación por el sacrificio del pantano, la desarmada, despoblada y empobrecida montaña de Riaño, asiste atónita a otro gran proyecto -esta vez en San Glorio- que bajo la inapelable justificación de proyecto de «Interés Regional» intenta acallar las peticiones leonesas de justicia. Tras las nuevas promesas-trampa de desarrollo para la comarca, nunca apoyadas en datos objetivos, lo que el atento observador detecta es el apoyo político incondicional al proyecto castellano de esquí en contraste con el más profundo desprecio a un proyecto justo y compensatorio con el derecho leonés. Tal es la importancia que los políticos le dan al proyecto castellano para San Glorio que lo han elevado al legalmente intocable altar del «Interés Regional» y así poder usarlo como «Caballo de Troya» contra las reclamaciones leonesas. El planificado trasvase del turismo de León a Castilla quedará, al fin, legalizado e institucionalizado. El verdadero objetivo del proyecto castellano en San Glorio es captar para Palencia el mucho turismo de invierno (San Glorio) y de verano (Picos de Europa) que generará la montaña de Riaño. Para ello sólo hay un camino: imponer los accesos artificiales palentinos en detrimento de los naturales leoneses para así encauzar el principal desarrollo no sólo al área del Alto Carrión (Velilla-Guardo) sino a toda la montaña palentina convirtiendo a Cervera en el centro del turismo de esta nueva y artificial comarca «palentina y leonesa». Lejos de la lógica y del buen hacer que históricamente demostraron los romanos y la reina Isabel II, los políticos que hoy nos gobiernan, han decidido explotar los recursos de la montaña oriental leonesa sin articularla y sin desarrollarla. Prefieren en vez de explotarla, expoliarla una y otra vez potenciando los accesos castellanos (AVE, autopista, tren de La Robla y pronto teleférico) y limitando los arreglos de las carreteras de la montaña oriental leonesa a pequeños tramos aislados (Tarna-Guardo, Guardo-San Glorio y Potes-San Glorio) al servicio de las tres provincias vecinas (Asturias, Palencia y Cantabria) pero no de León que dejarán a Boñar y Cistierna en el extrarradio de la nueva comarca denominada «montaña central cantábrica» creada y gestionada desde y para Castilla. Si la montaña oriental leonesa continúa sin mejorar sus comunicaciones y sin articularse con la montaña de Riaño se repetirá en San Glorio la desgraciada experiencia que León tiene con el Parque Nacional de los Picos de Europa: un mísero 6% del turismo accederá a ellos por nuestra comarca y seremos tan incapaces de generar riqueza como ahora lo son Valdeón y Sajambre debido a la total ausencia de servicios complementarios que el dinero público ha dotado a las comarcas vecinas: Ni teleféricos, ni funiculares, ni paradores nacionales, ni infraestructuras, en definitiva, sólo el olvido y el aislamiento. Equivocado está el que quiera ver en estas líneas la influencia de cualquier partido político. La Asociación «San Glorio Leonés» está compuesta por gente de diversas tendencias y comprometida en todos los partidos políticos mayoritarios en León. Entre todos hemos acordado transmitir a la ciudadanía una exigencia de respeto al derecho de la montaña oriental leonesa a utilizar sus recursos para seguir existiendo y para construir un futuro mejor. La manifestación convocada por nuestra Asociación «San Glorio Leonés», el próximo sábado santo en Cistierna servirá, lejos de tendencias partidistas, para reivindicar la vertebración interna y con la provincia leonesa de la montaña oriental leonesa como base imprescindible para su desarrollo y progreso. Recordaremos a la Junta que nuestra vertebración con León es prioritaria a la pretendida unificación con Palencia y reclamaremos el respeto a las instituciones leonesas encabezadas por la Diputación y unos accesos adecuados a la montaña de Riaño que vertebre la montaña oriental leonesa uniendo León con Boñar, Cistierna, Riaño, Boca de Huérgano, Valdeón y San Glorio. Razones incuestionables y graves deudas históricas han sido obviadas y allí estaremos para recordarlas.