Otra vez

Carta al Zapatero y a sus colaboradores Con todos mis respetos y también mis humildes exigencias: Mi nombre es Laudino González Pertejo, no tengo tendencias políticas y soy del pueblo de Vilecha que, por si alguien no lo conoce, queda a seis kilómetros de la capital en dirección sur. Pueblo agrícola y ganadero de pequeños latifundios, hasta que en 1973 el territorio de Vilecha sufrió una brutal agresión, con expropiación de 1.000.000 m 2 . Respecto a las indemnizaciones, ni comentar, fue vergonzoso. A raíz de esto muchos vecinos tuvieron que cambiar de profesión para ventilar el garbanzo. Vilecha siempre tuvo buenas comunicaciones con los pueblos limítrofes que también nos han ido reduciendo. Para llegar a Onzonilla tenemos que cruzar todo un polígono industrial. Con Trobajo del Cerecedo, pueblo de paso necesario para llegar a León, hay buena comunicación hasta el momento; con la ronda Sur León-Cembranos, una vez más sufrirá daños en sus comunicaciones si esto no se remedia, siendo aumentada la distancia entre los dos pueblos por un inoportuno scalextric, trazado inútil que podría sustituirse por otra opción de menor presupuesto, que acercaría las dos localidades, que tendría un menor impacto ecológico y se simplificaría el trazado. Si bien es cierto que esta ronda es necesaria, no menos cierto es que los políticos tendrían que abogar por la opción que menos daño cause. Con diálogo y buen as intenciones todo tiene soluciones, no se puede ir de prepotentes. Los políticos no se dan cuenta del daño que hacen hasta que no les llega la hora de la sustitución; un consejo: «rectificar es de sabios». En el Ayuntamiento de Onzonilla y en Vilecha están dispuestos a negociar esos puntos que tanto daño hacen sin beneficio de nadie. Por eso recomiendo a los políticos y técnicos que se apliquen este dicho «el diálogo es razón y si ha sido positivo vete feliz y contento porque habrás hecho amigos». Y sin más espero no ser defraudado. Laudino González Pertejo ( Vilecha). La verdadera cara de la Cultural Cuántas veces hemos oído que la Cultural es un club elitista en el cual se juega dependiendo de quien seas, etcétera. Pues bien, quisiera con esta carta romper con todos esos tópicos y mostrar la verdadera cara de este club. Tengo un hijo de once años que desde hace tres meses está jugando en la Primera División Infantil del citado club y les aseguro que no conocía nada de los entresijos de este estamento ni su comportamiento más allá de los típicos comentarios a pie de calle. Debido a unos problemas de salud, mi hijo hubo de ser hospitalizado durante unos días angustiosos, pues no sabíamos el verdadero alcance de su enfermedad y lo cierto es que, durante este tiempo, sucedió algo que nunca pude imaginar: la Cultural estuvo a pie de cama desde el primero hasta el último escalafón del club, pasando por todos los jugadores del equipo y familiares, demostrando un cariño y humanidad que engrandece al mundo del deporte representado por esta sociedad deportiva. Por ello, gracias a todos los que forman esta gran familia culturalista. Así es como se hace día a día un gran club . Francisco Felipe Patiño ( León). Juan Luis (León; edición digital).