LA VELETA
El futuro de Acebes
ÁNGEL Acebes reafirma que entre el 11 y el 14 de marzo (2004) dijo a los españoles la verdad, y esa insistencia en adaptar sus informaciones televisadas de aquellos días a la realidad que desvela nítidamente el juicio del 11-M podría considerarse un razonable ejercicio de legítima defensa. Acebes lleva tres años disfrutando de un presente en el que nadie le ha pedido cuentas, y ahora, cuando su futuro se puebla de nubarrones aplazados, intenta lógicamente no desprenderse del presente, en el que ha venido disfrutando de plácido acomodo. Ayer dijo el ministro de Interior antes, durante y después de la barbarie terrorista en los trenes de Atocha algo asombroso a la luz de la responsabilidad política. Fue esto: «qué va a decir un ministro de Interior, pues lo que le dice la policía». Ocurre, sin embargo, que la policía dice en el juicio al 11-M algo diferente a lo que Acebes decía en aquellos tres días de marzo, de donde se deduce que o los policías entonces a su mando le mintieron o mienten ahora a la Justicia, pues excepto los malvados de turno (la expresión es mía) nadie dudaría de la veracidad de Acebes, según Acebes. Entre Acebes y el tristemente famoso Díaz de Mera han intentado embadurnar de estiércol a nuestras fuerzas policiales. Y debe dejarse constancia de que entre el futuro de un político que ha logrado durante tres años no verse en apuros y la imagen de las fuerzas de Seguridad, lo importante parece la imagen de esas fuerzas. Revela el juicio en marcha que hubo fallos difícilmente comprensibles en la prevención de un atentado como el del 11-M, y se señala cierta ligereza (presunta) en la interpretación por un mando de la Guardia Civil de alguna información de un confidente. Pero la rapidez con que la policía, con la decisiva colaboración del azar, descubrió la pista buena el mismo día de autos, a media tarde del trágico 11, habla de una eficacia de la que el propio Acebes debiera enorgullecerse. No ha desaprovechado el PSOE los apuros de Acebes y ha redactado una declaración oficial en la que, tras el preámbulo de solidaridad con las víctimas, el pueblo y el gobiernos de Argelia, arremete contra el PP. Al margen de las responsabilidades penales que se deriven del 11-M, el PSOE señala como un augur temible que «está cada día más cerca la hora de la responsabilidad de quienes quisieron convertir una tragedia en un oportunidad electoral...». Y la apostilla: «Aznar, Rajoy y Acebes están en deuda con los españoles y en deuda con la verdad». Seguía aferrado ayer Acebes a la teoría de la conspiración al decir que espera que este juicio sirva «para avanzar en el conocimiento de la verdad». Mientras la verdad del 11-M sea una meta a la que encaminarse, aunque la hayamos dejado atrás, Acebes podría seguir viviendo en el presente del PP y luchando desde él para abrirle alguna rendija a su porvenir político, muy nublado actualmente.